Una familia perdió todo por un incendio

La madrugada de ayer se transformó en una pesadilla para una familia, que quedó en la calle luego de que un devastador incendio arrasara con una casilla, un auto y dañara gran parte de otra lindera, en 118 entre 90 y 91.

El siniestro se desencadenó alrededor de las tres de la mañana en una construcción de madera con techo de chapa, aparentemente por un cortocircuito en un caloventor.

La situación determinó que se iniciara un fuego que, en segundos, tomó a una cortina. Y momentos después, las llamas se propagaron por los distintos ambientes de la vivienda.

ESCAPARON A TIEMPO

Nori Candia vive al lado de la casita donde comenzó el incendio. Según contó a este diario, en ese lugar dormían una mujer con sus tres hijos y su nieto de un año y medio.

En medio de la desesperación por escapar rápido del peligro, la mujer contó que su vecina “no encontraba la llave para abrir la puerta”. Finalmente lograron escapar y pedir ayuda.

Una vez en la calle junto a esos menores, el marido de Candia intentó extinguir las llamas con un matafuego. Mientras tanto, llamaron al 911.

“Los policías llegaron rápido, pero los bomberos no”, lamentó Nori. En el barrio comentaron que llegó una dotación “chiquita, que se quedó sin agua hasta que vino una de apoyo”. Para cuando apagaron las llamas, de la casa donde comenzaron no quedaba nada.

El fuego consumió todo lo que había dentro, un automóvil Renault 9 que estaba allí y alcanzó a la vivienda de Nori, que sufrió algunos daños.

Nadie salió lastimado, aunque una ambulancia acudió al lugar para asistir a la dueña de la casa devastada y a los menores, ya que inhalaron mucho humo y se encontraban en estado de shock.

La mujer y los chicos se alojaron en distintas viviendas, ya que de la suya no quedó nada. En el lugar se hicieron los peritajes de rutina.

Todos aquellos que puedan ayudarlos a sobrellevar este difícil momento deben comunicarse al teléfono 458-0755.