Formado en la escuela de Estudiantes
| 21 de Julio de 2016 | 01:04

Miguel Angel Russ o nació en Lanús y tiene 60 años.
Desarrolló una extensa trayectoria en Primera División vistiendo la casaca de Estudiantes, club en el que jugó a lo largo de toda su carrera (entre 1975 y 1988), siendo uno de los tres jugadores con mayor cantidad de presencias en la historia profesional de esa institución.
Jugó 418 partidos y marcó 11 goles hasta su retiro definitivo. Se desempeñaba como mediocampista defensivo, o central, y formó parte del equipo que obtuvo, consecutivamente, el Campeonato Metropolitano 1982, con la conducción técnica de Carlos Salvador Bilardo, y el Nacional 1983, ya con Eduardo Luján Manera.
Sin embargo, su carrera como DT comenzó en 1989 en Lanús, en la Segunda División. Con el granate logró dos ascensos a la máxima categoría: en 1990, como vencedor del Reducido por el segundo ascenso frente a Quilmes; y, tras descender, en 1992. Entre 1994 y 1995 fue el entrenador de Estudiantes, en dupla con Eduardo Manera, logrando, nuevamente como campeón, el ascenso a la Primera División.
A mediados de 2011 retornó a Estudiantes, institución a la que ya había dirigido profesionalmente, pero tuvo que irse por los malos resultados cosechados.
En total, dirigió a 12 equipos. Su mejor momento lo vivió como entrenador de Boca, cuando consiguió levantar la Copa Libertadores en 2007. Además su palmarés suma el Clausura 2005 con el Fortín.
Además de los nombrados trabajó en Universidad de Chile, Rosario Central (varios años), Salamanca de España, Colón de Santa Fe, Los Andes, Monarcas Morelia de México, San Lorenzo, Racing y Vélez. En total, dirigió la friolera de 834 partidos, de los que ganó 334, empató 244 y perdió 266, con 1125 goles a favor y 947 en contra, y la totalidad de puntos obtenidos han sido 1098. Los 26 años de experiencia como entrenador avalan esta reflexión sobre la profesión: “El DT que no ha pasado por momentos difíciles no existe. Tenés que perder partidos para aprender a ser técnico... Cuando más perdés más experiencia sacás. Los equipos duran muy poco. En seis meses tenés todo ordenado y viene una brisita, no un huracán, una brisita, y se te cae todo. El fútbol argentino es así. No hay desarrollos largos. Ser técnico es una supervivencia total”, afirmó.
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