Crece el temor en el barrio de la masacre

“Hay rachas, a veces viene tranquilo y otras se meten a robar en tres casas”. Así describieron la situación de seguridad que se vive en esa zona de Gorina en el último tiempo. El panorama parece ser similar al de las demás zonas de la Región, donde prácticamente nadie se salva de la delincuencia.

Ayer hubo un despliegue policial a unos 500 metros del lugar donde mataron a Guillermo Luna y a Laura Favre, pero ese operativo no tuvo que ver con la investigación del doble crimen, sino con un aparente robo.

Había sonado la alarma de una vivienda de 491 y 132, y eso fue interpretado como un robo en curso. Incluso una versión refirió al supuesto robo de dinero en ausencia de moradores.

Sin embargo, desde la casa aseguraron que todo se debió a que esa chicharra comenzó a sonar de forma accidental y no porque hubieran entrado ladrones.

Más allá de este caso puntual, desde ese domicilio consideraron que la inseguridad en el barrio “tiene vaivenes”.

“A veces es segura, pero también pasó que en una racha se metieran en tres casas”, opinó una vecina.

Más cerca de donde aparecieron los cuerpos sin vida, en 137 y 490, el análisis era similar. “A la noche se vuelve un poco más peligroso, sobre todo porque no anda nadie y hay cuadras muy oscuras”, indicó otro frentista.