Con los trenes eléctricos, en el barrio de la Estación resurge el pulso comercial
Edición Impresa | 21 de Octubre de 2017 | 02:54
Con el desembarco de los nuevos trenes eléctricos tras dos años de ausencia, la zona comercial de la Estación va recuperando -de a poco- el ritmo vertiginoso de otras épocas, ese que se había desacelerado con la interrupción del servicio del Roca.
Los vagones comenzaron a circular el martes y las expectativas de quienes trabajan en el radio de 1 y 44 estaban más que latentes, aguardando por el aluvión de pasajeros que el servicio iba a acercar a sus negocios.
El cambio de circulación de gente se notó pero de forma paulatina. “Muchos no sabían que ya se había inaugurado el nuevo tren y preguntaban desconfiados, pero ya el miércoles se vio más movimiento”, contó un empleado de un puesto de diarios ubicado sobre diagonal 80 y calle 1.
Claro que la fecha del mes en que comenzó a funcionar el flamante servicio no fue la mejor para la actividad comercial. “Estamos casi a fin de mes, por ahí la gente ya se organizó el dinero o está tratando de no gastar de más por estos días, pero creemos que con el correr de los meses se van a acrecentar las ventas”, comentó el empleado de una zapatería y agregó “nosotros no somos el rubro que más comercializa, pero siempre que haya más gente eso suma”.
Y es que hasta hace menos de una semana, los pasajeros viajaban en los micros que ponía la empresa para reemplazar los vagones, y la parada para esperar ese transporte rara vez llegaba a la esquina de 1 y 44. “La gente viajaba más apretada, muy incómoda y no podía ir comiendo o con paquetes en el micro. Además tenían que hacer trasbordos y se complicaba más. Ahora es distinto todo”, analizó un kiosquero de calle 1 entre 43 y 44.
No fueron pocos los que aseguraron que muchos de los pasajeros que viajan a sus trabajos en micro desde la Terminal comenzaron a volcarse por el nuevo servicio, más cómodo y veloz que el que brindaban las viejas formaciones diésel.
La sequía ferroviaria local se inició en los primeros días de septiembre de 2015, cuando circularon por última vez las emblemáticas y robustas locomotoras con combustible diésel. El servicio a Constitución se restableció el martes pasado, dándole una inyección económica al barrio.
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