Una racha adversa que golpea muy fuerte

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El comienzo de campeonato para Villa San Carlos es de lo peor que se haya visto en los últimos años. Los números estadísticos son muy duros, porque demuestran la realidad. Y en esa sintonía aparece el Celeste, un equipo golpeado en lo futbolístico, en lo anímico, y que aún no reaccionó ante la llegada de un nuevo cuerpo técnico.

Y es precisamente en ese aspecto donde tendrá que apuntar todo su esfuerzo el Flaco Vivaldo para “convencer” al jugador de que se puede y que “solo es una mala racha”.

Los números de la actualidad reflejan una campaña muy pobre, que lo depositó en el último lugar en la tabla de los promedios y con el fantasma del descenso respirándole en la nuca.

Ya se han disputado las primeras diez fechas del torneo, y los coeficientes no son los que muchos pretendían. Cosechó una victoria, un empate y ocho derrotas, de las cuales, las últimas dos fueron de manera consecutiva. O sea que sumó solo 4 puntos de los 30 que estuvieron en juego hasta el momento.

Comenzó el torneo con dos caídas consecutivas (1-3 con Estudiantes y 0-2 con Tristán Suárez). Luego llegó el alivio con la goleada por 4-2 sobre Barracas Central. Sin embargo, llegaron otras cuatro derrotas en cadena (1-2 con Talleres; 0-2 con San Miguel; 0-2 con Defensores de Belgrano y 0-1 con Sacachispas). En la octava fecha, cortó esa racha con el empate a cero ante Acassuso. Pero luego vinieron otros dos traspié; 1-3 ante Fénix y ayer.

Y como si eso fuera poco, en el medio apareció la salida de Facundo Besada y la llegada del Flaco Vivaldo como nuevo DT, que tendrá por delante un trabajo complicado, porque más allá de intentar dar un golpe de timón, necesita recuperar el aspecto anímico de un plantel plenamente golpeado y que no encuentra reacción.

Los próximos dos compromisos del Celeste son difíciles (ambos de visitantes), pero al mismo tiempo claves: Platense y Comunicaciones.

 

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