Arabia Saudita, las luchas por el poder y el ascenso al trono
Edición Impresa | 10 de Noviembre de 2017 | 03:45

EL CAIRO Jorge Fuentelsaz
Agencia EFE
El rey Salmán bin Abdulaziz y su hijo y heredero al trono, Mohamed bin Salmán, están inmersos en una nueva ofensiva contra Irán y sus aliados regionales, y contra figuras políticas, económicas y religiosas saudíes, mientras predican reformas que prometen el regreso a una “Arabia feliz”.
La estrategia sería parte de un proyecto inaugurado con la asunción de Bin Abdulaziz en 2015 para allanar el camino al trono de su hijo y centralizar la toma de decisiones tradicionalmente adoptadas en virtud del acuerdo de diferentes círculos de poder.
El jefe de la Guardia Nacional, Muteb Bin Abdulá; el multimillonario Al Walid bin Talal; el ministro de Economía, Adel bin Mohamed, y varios magnates de los medios de información, fueron detenidos el pasado 5 de noviembre junto a decenas de príncipes y funcionarios acusados de corrupción, en una purga sin precedentes en Arabia Saudí.
Esta campaña contra figuras del poder político y económico siguió a otra más silenciosa, pero denunciada por varias ONGs, que afectó a dirigentes religiosos contrarios a la nueva corriente impulsada desde el Palacio y cuyo objetivo es eliminar obstáculos internos para lograr sus fines. La dimisión del primer ministro libanés, Saad Hariri, el 4 de noviembre, y la amenaza lanzada a Teherán por Arabia Saudí, cuyas autoridades dijeron que se reservan el derecho a responder a las “acciones hostiles del régimen iraní”, después de que los rebeldes hutíes chiitas de Yemen lanzaran un misil contra Riad, serían una muestra de estas decisiones unilaterales.
La implicación directa en la guerra civil yemení en marzo de 2015, o la decisión de bloquear a Qatar, en marzo último, tras acusarlo de apoyar el terrorismo, son ejemplos del nuevo sello político de Bin Salman, cuyo primer gran rédito político fue ser nombrado heredero en junio de este año en lugar de su primo Mohamed bin Nayef.
Los expertos sostienen que la dimisión de Hariri, estrecho socio de Riad, fue forzada por Arabia para perjudicar al grupo chiita libanés Hezbolá e indirectamente a Irán. Y que el misil lanzado contra Riad sería la reacción iraní ante la renuncia de Hariri, como parte de la guerra fría que vive Medio Oriente. (EFE)
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