El ISIS sufre un contundente revés y pierde su último gran bastión en Siria
Edición Impresa | 10 de Noviembre de 2017 | 03:49

DAMASCO
Fuerzas sirias apoyadas por milicias iraquíes tomaron ayer el último gran bastión del grupo Estado Islámico (ISIS) en Siria como parte de una ofensiva que ha dejado a los yihadistas desparramados en un puñado de localidades en el desierto sirio.
Unidades del ejército sirio y “fuerzas aliadas” estaban por estas horas “peinando” Abu Kamal, una estratégica ciudad fronteriza con Irak, para desactivar explosivos dejados por el ISIS en su retirada, dijo la Comandancia Suprema del Ejército y de las Fuerzas Armadas sirias.
CAÍDA DEL PROYECTO TERRORISTA
“La liberación de la ciudad es de gran importancia ya que representa un anuncio de la caída del proyecto terrorista del Daesh para la región y el colapso de las ilusiones de sus patrocinadores de dividirla”, agregó la Comandancia en un comunicado.
Cabe recordar que Daesh es el acrónimo en árabe que corresponde al ISIS.
La toma de Abu Kamal, en la provincia de Deir Ezzor, deja a los remanentes yihadistas del ISIS en Siria acorralados en pequeñas localidades y pueblos a lo largo de la frontera con Irak y en el desierto sirio, en el sureste del país.
El 3 de noviembre último, el ejército sirio, apoyado por la aviación de Rusia, retomó la ciudad oriental de Deir Ezzor, que el ISIS controlaba desde 2014.
El mismo día, fuerzas iraquíes arrebataban al grupo la comarca de Al Qaim, fronteriza con Abu Kamal y situada en el lado iraquí de la frontera.
En octubre, la norteña ciudad siria de Al Raqqa, que el ISIS había convertido en capital de su “califato”, fue reconquistada por milicias sirias lideradas por los kurdos y apoyadas por ataques aéreos de la coalición internacional anti ISIS liderada por EE UU.
La ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que tiene su sede en Londres y una red de informantes en Siria, confirmó la toma de Abu Kamal y dijo que de ella participaron milicias iraquíes que avanzaron desde Al Qaim.
La Comandancia siria indicó en el comunicado que el ejército ingresó ayer mismo en la ciudad y logró su liberación “tras una serie de batallas violentas en las que fueron eliminados un gran número de terroristas”, entre ellos líderes del ISIS.
“Miembros del Arma de Ingenieros comenzaron a desactivar inmediatamente artefactos y cargas explosivas plantadas en los barrios de la ciudad”, agregó el comunicado, citado por la agencia de noticias estatal siria SANA.
Un punto estratégico
Abu Kamal era el mayor bastión que quedaba en manos de los extremistas en Siria. Es la ciudad fronteriza que usaban los radicales para enviar suministros militares a los yihadistas en Irak en los últimos tres años.
El grupo irrumpió en escena a mediados de 2014, cuando se apoderó por la fuerza de vastos territorios en Siria e Irak que ha ido perdiendo con el paso de los años al ritmo de diversas ofensivas.
También ayer, la ONU alertó que el conflicto en Siria recrudeció en las últimas semanas con bombardeos y llamó la atención sobre nuevos desplazamientos de civiles en varias provincias, al tiempo que precisó que la peor situación se registra en Ghouta Oriental, en la periferia de Damasco.
“Estamos retornando a los días más desoladores de este conflicto. Hay de nuevo civiles en medio del fuego cruzado en demasiadas provincias y al mismo tiempo”, declaró a la prensa el responsable del acceso humanitario a áreas sitiadas en Siria, Jan Egeland.
Precisó que en Ghouta Oriental hay 400.000 civiles, principalmente mujeres y niños, a los que la ONU intenta llevar alimentos y medicamentos con escaso éxito por tratarse de una área militarmente cercada, y que unas 400 personas necesitan una evacuación médica de manera urgente.
Estas evacuaciones son de vida o muerte, aseguró el representante de la ONU, quien agregó que muchos casos corresponden a niños en tal grado de desnutrición que fallecerán si no reciben ayuda.
Egeland sostuvo que la ayuda entra a cuentagotas a los lugares donde los civiles más lo requieren y que si esto continúa “será una catástrofe total”.
Las palabras del responsable contradicen el discurso del gobierno sirio, que intenta transmitir un sentimiento de normalidad y de que la guerra está prácticamente en su etapa final tras la recuperación de los mayores centros urbanos.
Egeland aseguró que aunque su descripción de la situación en Siria “suene diferente a lo que otros dicen, lo único que transmito es la verdad exacta y completa”.
Asimismo, expresó que es “incontable” el número de personas que en los últimos 10 días, particularmente, han sido víctimas de ataques aéreos, con morteros y muchos otros tipos de bombardeos.
el drama de los desplazados
Según cifras de la ONU, entre 400.000 y 500.000 personas siguen sobreviviendo en áreas sitiadas, en su mayoría por fuerzas gubernamentales pero también por grupos armados rebeldes, y por esa razón casi no les llega ayuda humanitaria.
Además, 2,9 millones de personas se encuentran en áreas calificadas por los asistentes humanitarios como de “difícil acceso”, lo que implica que reciben ayuda de forma esporádica, cuando las condiciones de seguridad lo permiten.
Egeland agregó que la ONU todavía no ha entrado a Al Raqqa debido a que está infestada de minas y otros artefactos explosivos dejados por el ISIS. (TÉLAM)
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