La mayoría de los argentinos tiene miedo de ser espiado por su propia computadora
Edición Impresa | 3 de Noviembre de 2017 | 03:32

Que suene un poco “paranoide” no significa que no suceda. Esa, al menos, podría ser la valoración de buena parte de los usuarios argentinos de computadoras, muchos de los cuales no confían en la cámara web de sus propios equipos y, paranoia, recaudo o simple desconfianza mediante, tiene miedo a ser espiados a través de ellas.
Lo que suena como exagerado y acaso recelo de trama futurista -sobre todo si se tiene en cuenta que este tipo de hackeo no es ni el más común ni el más peligroso a los que se enfrentan los internautas-, no es más que el resultado de un trabajo reciente según el cual el 55% de los argentinos se muestra preocupado de ser espiado por la cámara web de sus computadoras y, siguiendo una tendencia en alza en varios países de la región, el 35% decidió directamente bloquear sus webcams tapándolas con algún elemento.
El estudio, realizado por la empresa de ciberseguridad Avast en diversos países, reveló que sólo el 18% de los 1.469 argentinos consultados dijo no estar preocupado por ese tipo de ataques espía, mientras que el 55,96% aseguró estar atemorizado.
Asimismo, el 48,19% desconoce que este tipo de ataques puede suceder incluso si no se enciende la luz intermitente que indica cuando la cámara web está grabando. ¿Paranoia? ¿Miedo infundado? ¿Temor lógico? Para Javier Díaz, ex decano de la facultad de Informática de la UNLP y titular del Centro Superior para el Procesamiento de la Información (CeSPI), “hay que tener en cuenta que hoy día cualquier máquina con software se tiene que actualizar por su sistema de seguridad, y es un tema complicado. Sin caer en teorías paranoides ni nada por el estilo, hay que ser conscientes de que la seguridad de los dispositivos y la privacidad que se pueda violar a través de ellos es un tema que está en debate en todo el mundo”.
En esta línea, el investigador del Laboratorio de Amenazas en Avast, Martin Hron, estimó que una de cada cuatro de las cámaras web que funcionan en nuestro país tiene fallas de seguridad. ¿Un miedo justificado al calor de las nuevas tecnologías?
“Creo que hablar de paranoia es demasiado”, apunta por su parte el psiquiatra platense Pedro Gargoloff, para quien “más que una desconfianza o temor paranoico, el alto porcentaje de gente que desconfía de sus computadoras y teme ser espiado corresponde a una precaución y a un tipo de conducta que se ha ido profundizando con la expansión tecnológica”.
Diagnósticos al margen, la mayoría de los especialistas en ciberseguridad coincide en que los riesgos de una vulneración de dispositivos periféricos que captan imágenes existen y son cada vez más denunciados, pero no están entre los más utilizados por los cibercriminales. De hecho, distintos reportes dan cuenta de que entre las principales amenazas cibernéticas reales figuran la suplantación de identidad, el hacking mediante malware, las estafas o el phishing (el engaño para robar datos personales o cuentas). Sin embargo, los argentinos temen a que los filmen.
“No es lo mismo que se hackee una cámara en una oficina que una laptop que podemos tener en nuestra casa -aporta la experta en ciberseguridad Carina Birarda-, y muy distinto es que el ataque esté dirigido a un dispositivo que está en la habitación de un niño, algo que es muy grave. Por eso entiendo que el riesgo se relaciona directamente con el contexto en que se ubica el dispositivo”. Aun sin llegar al extremo de que la cámara atacada sea la que utiliza un niño, la especialista explica que siempre se deben extremar los cuidados en el uso de estos dispositivos.
No muy distinto es lo que opina Cristian Borghello, director del Proyecto Odila, quien coincide en que el riesgo de hackear una cámara es “real y viable” y que puede ser utilizado para extorsionar con imágenes comprometidas de la intimidad de sus dueños, aunque aclara que, más allá de casos de ataques a la privacidad de los niños, este tipo de acciones “son direccionadas en su mayoría contra famosos”.
Acerca de las posibilidades de sufrir este tipo de vulneraciones, el informe de Avast aclara que las herramientas “para ingresar ilegalmente a través de una cámara web están disponibles tanto en la Internet que usamos habitualmente como en la red oscura y, en algunos casos, hasta se ofrecen gratis”.
Sin embargo, Borghello asegura que al navegar por Internet son mayores los riesgos de ser infectado por un software malicioso (un troyano) a que alguien nos vigile de manera remota. Este tipo de peligros “tienen la capacidad de robar datos e información financiera o revisar todo el equipo en búsqueda de cualquier imagen igualmente sensible que la que se haya podido obtener por la webcam”, asegura el experto.
Sobre las contramedidas para este tipo de ataques, Borghello y Birarda afirman que los más efectivo es tapar la cámara cuando no se usa y, en caso de ser utilizada en una conversación con un desconocido, tener la precaución de que la imagen no dé información extra sobre el hogar.
55%
de los argentinos teme ser espiado a través de sus computadoras
35%
Decidió bloquear sus webcams tapándolas físicamente
18%
De los argentinos dijo no estar preocupados por ese tipo de ataques espía
48,19%
Desconoce que este tipo de ataques puede suceder incluso si no se enciende la luz que indica cuando la cámara web está grabando
25%
Se estima que una de cada cuatro de las cámaras web que funcionan en Argentina tienen fallas de seguridad
Fuente: ciberseguridad Avast
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