Ringuelet, convulsionado por el dolor, se moviliza pidiendo justicia por Abril

Cientos de vecinos de Ringuelet se reunieron esta tarde en la intersección de las calles 7 y 511 para, además de brindar su apoyo y solidaridad a la familia de Abril Bogado, reclamar por seguridad y justicia por la víctima de la tragedia que este domingo enlutó a toda la comunidad. 

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Con aplausos y con la consigna "Justicia por Abril", los manifestantes platenses expresaron su dolor por la muerte y su preocupación por la situación de inseguridad que se vive en el sector. "Pedimos justicia por la nena" o "el juez no debería haber dejado salir a este hombre (por el acusado)" fueron algunos de las frases que se escuchaban en medio de un clima de profunda consternación. 

La marcha se convocó vía redes sociales y en pocas horas sumó miles de réplicas en distintas plataformas en donde los usuarios confirmaban su asistencia a esta expresión popular.

Por otro lado, en las redes sociales el caso ganó una fuerte trascendencia a nivel nacional. Desde distintos rincones de la Argentina, ciudadanos que se conmovieron con el caso de la nena expresaron su preocupación por la problemática de la inseguridad y brindaron su apoyo a la familia por el difícil momento que atraviesa tras la abrupta partida de Abril. 

#Justicia y #Abril fueron las consignas que más se repitieron en las redes, en una jornada que quedó marcada por el deceso de la nena de 12 años, una muerte que convmovió a todo el país. 

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Los testimonios vecinales que se pudieron recolectar en 510 entre 11 y 12 dieron cuenta de un barrio acechado por los ladrones, de manera constante. La posibilidad de que se diera una tragedia como la de ayer estaba latente: lo reconocen muchos, aunque esa chance se volvió todavía más palpable una vez que supieron lo de Abril.

En las horas previas a que se determinara la muerte de la nena de 12 años, el clima en ese barrio de Ringuelet era de pesadumbre. Cada cual reaccionaba a su modo y por eso se fueron mezclando la sorpresa, el miedo profundo, la bronca explosiva y la tristeza más auténtica. De una manera u otra, todos se involucraron con lo que pasó.

“Estuve descompuesta todo el día”, lanzó Noemí, que vive a 20 metros del escenario del crimen. Ella fue una de las tantas personas que, a las 4.30 de la madrugada de ayer, se despertó sobresaltada cuando estalló el disparo mortal. La señora convocó a la policía y a una ambulancia, aunque luego comprobaron que el padre de la nena la llevó al hospital.

Más cerca de la casa de los Bogado, también se dieron cuenta en el momento de lo que estaba pasando y activaron una alarma vecinal, desde donde también se dio aviso al 911. En algunas casas, la sensación ayer a la tarde era de bronca expresa: “Estamos muy calientes e indignados”, se despacharon, ante la consulta de este medio.

Los vecinos siguieron con nerviosismo y expectativa las novedades del caso, hasta que la noticia de la muerte los derrumbó.

La inseguridad que en ese barrio se vive es “como en todos lados”, graficaron sobre calle 510. Sin embargo, existen rasgos característicos que lo diferencian de otras zonas. La modalidad que más se padece es la de los motochorros y quienes más expuestos están son quienes, en horarios nocturnos, llegan o salen de sus domicilios. “Andan a la pesca, como le hicieron a esta pobre criatura”, se lamentó una mujer que vive al lado de la familia de Abril. La mujer se despertó no por el balazo, sino por “los gritos desgarradores de la madre”.

Ella recordó otros ejemplos de inseguridad parecidos y cercanos: “A una chica la engancharon cuando se bajaba de un remís, iba a abrir la puerta de la casa y aparecieron ladrones en moto. Se salvó porque se apuró a entrar”.

“Nunca sabés si tenés que gritar para pedir ayuda, o si por eso te van a matar. Parece que el barrio cambió, está peligroso como nunca, sobre todo desde este año”, completó la vecina.

Lautaro (24) vive en la misma cuadra y todavía se acuerda cuando, hace alrededor de un mes, su papá vivió otra situación extrema. “El estaba arriba de la camioneta, con la ventanilla baja, esperando a alguien. Aparecieron dos ladrones en moto, lo amenazaron para que les diera el celular y después la camioneta. Primero se bajó pero después les hizo frente, y por eso se terminaron yendo”, relató. Aquello pasó cerca de las 8 de la noche, cuando todavía suele haber más movimiento que a la madrugada.

La alarma comunal que hay sobre esa calle fue instalada hace alrededor de dos años, contaron los vecinos. Es la misma que funciona en otros puntos de la Región, asediados por los ladrones. En este caso y, pese a que todos viven detrás de rejas, nada bastó para salvarle la vida a Abril.