Conmovidos por la muerte de Abril, cerca de mil personas reclamaron más seguridad

Fue una marcha espontánea que se organizó desde las redes sociales. Se hizo en la esquina de 7 y 511. Crece el temor en toda la zona

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Alrededor de mil personas se congregaron espontáneamente ayer a la tarde en Ringuelet. Movilizados por el crimen de Abril Bogado, los motivos que los llevaron a salir a la calle fueron disímiles. Algunos quisieron salir a expresar su bronca, mientras que otros buscaron impulsar un cambio para la seguridad del barrio. Algo común a todos fue el reclamo de justicia por una víctima inocente.

El nombre de la nena se leyó en casi todos los carteles y afiches que la gente sostuvo entre manos. Fueron expresiones caseras, improvisadas, surgidas de la necesidad más auténtica de mantener vivo el recuerdo de Abril. La gente llegó puntual a la cita para las 19, que había surgido en las redes.

La esquina de 7 y 511 fue el punto elegido. Uno de los cruces neurálgicos de una localidad que, a decir de los manifestantes, en los últimos meses atraviesa una situación crítica de delincuencia. Nada nuevo si se tiene en cuenta el panorama que asedia a zonas vecinas como Tolosa o el cordón Norte de la Región. Sin embargo, el asesinato de 510 entre 11 y 12 implicó un punto de quiebre.

Los cientos de personas que se agruparon cuando caía la tarde mantuvieron un aplauso ininterrumpido durante toda la movilización. “Justicia real” y “debía estar preso” fueron algunas de las consignas que se leyeron escritas entre la multitud.

El coro de “justicia, justicia”, se agregó al ruido de las palmas. “¡Párenlos!”, gritó alguno desde el fondo. Hubo también reclamos a los referentes políticos bonaerenses, el ministro de seguridad Cristian Ritondo y la gobernadora María Eugenia Vidal.

El arco de vecinos que se reunió ayer abarcó expresiones que fueron desde la expectativa por una mejora en las condiciones de seguridad para el barrio, enfrentada con la desesperanza y el escepticismo.

“Vivimos en La Cumbre y en La Loma. Las dos somos madres y en nuestros barrios también está terrible. Queremos que los políticos actúen, porque tenemos miedo de salir a la calle”, expresaron Andrea y Ayelén.

“La verdad es que no esperamos que cambie nada, como siempre pasa en este país después de que hay una marcha importante”, lanzó un joven de unos 30 años, que también salió a la calle con un cartel: “Hoy me compro un arma, la Justicia no existe”.

Germán, un amigo de él de su misma edad, remarcó que la inseguridad en Ringuelet “es normal, habitual. Ayer (por el domingo) le robaron a un amigo con un arma y le dieron unos cachetazos. Pasó en calle 518. Hoy por hoy ya ni se denuncia”.

A unos metros, su madre le acotó a EL DIA algo que el muchacho prefirió obviar sobre sí mismo: ya padeció ocho robos -algunos fuera de la Región-, algunos violentos.

Las críticas al juez Villafañe, responsable de la liberación del presunto asesino, resonaron con fuerza en la marcha. En paralelo, hubo reclamos a la policía: “Saben en dónde están la droga y los delincuentes”.

“No tenemos patrulleros ni seguridad, y nos dicen que no tienen móviles. La realidad es que hace mucho que no pasan, como era antes. Ahora esperamos que haya más seguridad después de la marcha. Pareciera que Ringuelet es un pueblo olvidado”, terció otro vecino, que prefirió no dar su nombre.

“El barrio necesita una comisaría propia. Ya se juntaron más de tres mil firmas para pedirla, y se va a presentar en el Concejo Deliberante”, anticipó José González, quien agregó que eso es “algo que lo pedimos como comunidad, para que haya más prevención”.

El enjambre de gente incluía a jóvenes, abuelos, parejas y nenes chiquitos. A todos los unió el mismo repudio a un crimen aberrante y el deseo de vivir en paz.

Anoche se supo que hubo otro reclamo por seguridad en Centenario de 508 a 512, impulsado también por la muerte de Abril.

 

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