El Congreso peruano debatía la posible destitución del presidente Kuczynski

De no permanecer en el cargo lo reemplazaría el titular del Parlamento cuestionado por su afiliación al fujimorismo

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El Congreso unicameral de Perú continuaba debatiendo al cierre de esta edición la permanencia en el cargo o no del presidente Pedro Pablo Kuczynski, mientras su eventual destitución ya no parecía tan segura a partir de las dudas expresadas por el izquierdista Frente Amplio, que impulsó la moción.

El líder parlamentario del Frente Amplio, Marco Arana, afirmó que su bloque, compuesto por 10 legisladores, emitiría un “voto de conciencia” contra “el golpe institucionalista, contra la corrupción de (la constructora brasileña) Odebrecht y contra el Estado capturado por los lobbies”.

“Lamentamos que la falta de carácter del presidente Kuczynski para aceptar una sucesión presidencial ahora coloca en bandeja la posibilidad de que la fujimorista Fuerza Popular, que perdió las elecciones, termine presidiendo temporalmente el período de transferencia electoral y eso no es aceptable”, subrayó Arana durante el debate.

El Frente Popular, el partido populista de derecha que lidera Keiko Fujimori -hija del ex presidente Alberto Fujimori, preso por delitos de lesa humanidad y corrupción, y candidata a la Presidencia derrotada ajustadamente por Kuczynski en segunda vuelta-, tiene mayoría simple propia en el Congreso pero no los dos tercios necesarios para destituir al jefe del Estado.

Otro congresista del Frente Amplio, Manuel Dammert, reclamó “que se haga una votación racional, no a la prepotencia” porque “tiene que haber pulcritud en los procedimientos constitucionales” y “esto parece un golpe de estado”, consignaron agencias de noticias.

Sin embargo, ni Arana ni Dammert anticiparon cuál sería su voto.

POSIBLE SUCESOR

El oficialismo ya advirtió que ninguno de los vicepresidentes, Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz, estaban dispuestos a suceder a Kuczynski si éste fuera destituido, por lo que, en ese caso, debería asumir el presidente del Congreso, Luis Galarreta, de Frente Popular, y convocar a elecciones en no más de 30 días. Hasta el mediodía de ayer, varios analistas y medios de comunicación peruanos daban por segura la destitución de Kuczynski con 88 votos, uno más de los necesarios, pero luego se puso en duda la actitud de los 10 congresistas del Frente Amplio, impulsor de la moción pero preocupado por desvincularse del fujimorismo, hacia la que mantiene también una actitud crítica.

“NO SOY CORRUPTO”

La sesión se inició con la defensa de Kuczynski, que dispuso de cerca de dos horas para las exposiciones del propio jefe del Estado donde alegó en forma enfática: ”No soy corrupto” y de su abogado Alberto Borea, y prosiguió con los discursos de los parlamentarios opositores, que tendrían en principio unas cinco horas para expresarse. Solo después de que se completara el debate, los legisladores votarían la suerte del mandatario.

Kuczynski llamó a los congresistas a no apoyar una destitución basada, según él, en acusaciones sin pruebas y a preservar la institucionalidad y el sistema democrático.

“Quienes me acusan no aceptan que sus denuncias sean sometidas a corroboración, a un debate, a un proceso debido, que son los pilares de una democracia”, dijo el mandatario en su alegato.

“El pedido de vacancia señala que esta supuesta mentira no requiere mayor corroboración; la estrategia es obvia: no se quiere discutir porque la afirmación es débil, no está corroborada, contrastada ni probada”, insistió.

El jefe del Estado sostuvo que el sector de la oposición que perdió las elecciones pretende tomar el gobierno. “Eso se llama un golpe de estado y contra eso es que me he venido a defender; nuestro compromiso debe estar hoy más que nunca con preservar la institucionalidad y el sistema democrático”, señaló. (AP, EFE y TÉLAM)

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