Ahora hacen implantes mamarios con un microchip para su control
Edición Impresa | 16 de Marzo de 2017 | 03:50

Un equipo de cirujanos plásticos del Hospital Italiano de Buenos Aires implantó la primera prótesis mamaria con microchip de nuestro país. Se trata de un tipo de implante de nueva generación que permite un acceso inmediato a la información del producto para garantizar así su trazabilidad en caso de necesitarse un control.
Este tipo de implantes, que por su ergonomía permitiría además realizar incisiones más pequeñas, “contiene un chip de identificación por radiofrecuencia que no se descarga, tiene una vida útil ilimitada, y no impide la realización de ningún estudio mamario”, detallaron voceros del Hospital Italiano.
“Una vez colocado se puede acceder a la información a través de un simple escáner externo. De esta manera, fabricantes, médicos y pacientes pueden ver vía internet los datos específicos del producto: número de serie, nombre del fabricante, fecha de fabricación, lote, cantidad y tamaño, entre otros. El número de identificación se liga, por medio de una base de datos, a toda la información del implante y de la paciente, creando un sistema de seguridad que no existía antes”, explicaron.
Ocurre que sin el chip, la trazabilidad de los implantes está sujeta a que las pacientes no pierdan la tarjeta que reciben luego de la operación con los números de serie del producto. Se trata de una opción valiosa considerando el escándalo mundial que estalló en el 2013 por implantes mamarios de mala calidad provenientes de la empresa francesa PIP. Aunque en ese entonces se calculaba que había más de 500.000 mujeres en el mundo que tenían riesgo de que sus implantes se rompieran, nadie sabia con certeza cuántos de estos productos se habían implantado en cada país.
VENTAJAS
Lo cierto es que los implantes con microchips no sólo ofrecen mayor seguridad a las pacientes sino también a los cirujanos que las operan, ya que permiten grabar sus datos de manera digital en una aplicación para tener un mejor registro de ellos en caso de reclamos de tipo legal. Y lo mismo para las autoridades de control sanitario, a quienes les facilita localizar rápidamente los productos que pudieran presentar alguna falla de fabricación.
La ventaja de esta innovación no se limita tampoco a mujeres que por cuestiones estéticas deciden agrandar sus senos: también abarca a aquellas pacientes que debieron someterse a una mastectomía (extirpación de senos) por haber sufrido cáncer de mama y deciden hacerse una cirugía reconstructiva.
A cuatro años del caso de las prótesis PIP, la incorporación de microchips en los implantes mamarios constituye apenas un primer paso de la industria para aprovechar recursos informáticos que ofrezcan a las usuarias una mayor seguridad. Algunas empresas del sector ya están trabajando en el desarrollo de modelos de prótesis en los que los microchips sirvan además para identificar fisuras en las prótesis o cambios de temperatura en las mamas, a fin de atender cuanto antes posibles consecuencias en la salud de sus portadoras.
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