La Ciudad, privada de nuevos y eficaces accesos camineros

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Sobradamente justificadas aparecen las protestas de automovilistas y vecinos por las deficiencias que caracterizan hoy a la avenida 66, en especial desde la rotonda de la ruta 36 hasta la entrada al casco histórico de La Plata, un tramo que ciertamente integra el grupo de los principales accesos a nuestra ciudad. Baches, banquinas en mal estado y pastizales forman parte del inventario de obstáculos y falencias que presenta esa vía caminera, que contrastan con los carteles que vienen prometen obras con importantes mejoras para esa avenida.

Lo cierto es que, mientras se espera que se concrete el anunciado ensanche hasta la calle 208, los vecinos consignaron que al menos se deberían tapar los baches más profundos y pintar sendas peatonales, entre otras señalizaciones, para evitar accidentes. Tal como se informó en este diario, la 66 exhibe hoy un importante caudal automotor que por momentos la hace colapsar y, en determinadas franjas horarias, como las centrales, se convierte en una avenida extremadamente peligrosa, con accidentes viales periódicos.

Eso motivó enérgicas protestas, y los vecinos, con sus reclamos, consiguieron el ensanche, con separador de sentidos, del tramo que va de 155 a 168. Desde esa rotonda hasta donde llega el pavimento de la avenida 66, la cinta asfáltica presenta una sucesión incontable de pozos; además hay cascotes formados por parte del camino que se fue como desgranando. La situación se ve agravada por la presencia de grandes camiones que transportan productos agrícolas de la zona o combustibles, que se ven obligados a circular realizando maniobras zigzagueantes para evitar los baches.

Los montículos que se fueron acumulando en las banquinas, el pavimento ondulado por la presencia de las llamadas huellas selectivas, todo contribuye a agravar las condiciones de peligro que supone transitar por esa vía caminera.

Como se sabe, la Municipalidad llamó en mayo pasado a licitación para la reconstrucción y ampliación de la avenida 66, en un proyecto que prevé no sólo el ensanche sino la creación de una rambla separadora de carriles, en tareas que los vecinos de Los Hornos aguardan que se concreten a la brevedad.

Lo cierto es que hace mucho se conoce el mal estado en que se encuentran las rutas de acceso a la Ciudad, privadas durante décadas de las mínimas inversiones que hacen falta para mantenerlos en condiciones de transitabilidad. En el caso de las avenidas 1, 7 y 13 hacia el sur, como hacia el norte los caminos Centenario y Belgrano, pudo comprobarse en diversas oportunidades la necesidad no sólo de reparaciones, sino de reformas de magnitud urbanística que los hicieran aptos para el creciente parque automotor.

Es imprescindible, entonces, que las autoridades municipales y provinciales responsables efectúen un trabajo permanente de atención y mantenimiento integral de estas vías camineras, impulsándose así, cuanto antes, un conjunto de acciones de modernización de los accesos que no puede demorarse más.

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