Anchipi, destapada

Reinventada como el Ave Fénix, así se ha mostrado en las últimas temporadas Mariela Anchipi, aquella tímida coreógrafa que saltó a la fama en “Bailando por un Sueño”, en donde se desempeña desde hace años como coach. Pero la Chipi se hizo más conocida cuando comenzó un comentado romance con Dady Brieva, con quien luego se casó y con quien ya tiene dos hijos.

De cabello colorado, look casual y pocas palabras, la bailarina pasó a ser una femme fatale: rubia, con el cuerpo marcado y un cambio rotundo en su forma de vestir, comenzó a mostrar su costado más sexy, ayudada por transparencias que llamaron muchísimo la atención, incluso, del mismísimo Tinelli, quien en más de una oportunidad la ha hecho desfilar en el estudio donde se graba el “Bailando”.

Redescubierta y reencontrada con su feminidad, según contó en una entrevista anterior, la Chipi hasta ha demostrado su carácter, participando de resonadas discusiones en la pista, como la que tuvo meses atrás con Pampita. Tiempo antes, incluso, se había cruzado en vivo con Fernanda Iglesias, a quien le prometió trompadas porque no le gustó que la periodista insinuara que había comenzado su romance con el Midachi cuando él todavía estaba en pareja con su ex mujer.

Lo cierto es que la Chipi, ahora, es otra. Y ella cuenta, a corazón abierto, cuáles fueron y son las cosas que la hacen sentir renovada.

“Para mí el sexo es fundamental para todo. Para el cuerpo, para estar más bella, para la cabeza, para el amor, para el humor, para la vida… Estoy convencida que alinea todo en la vida. Y te baja las ansiedades; por eso también es bueno para los nervios y para trabajar mejor”, manifestó la coach, en una reciente producción para la revista Caras, para la que posó completamente desnuda.

“Con Dady tenemos semanas de sexo a full, como todas las parejas, y otras más tranqui. En días de vacaciones tenemos a favor que los chicos, con todo el día en el mar, se cansan y se duermen temprano… Entonces nos dan tiempo para que lo vivamos tranquilos. Dady es siempre quien toma la iniciativa y yo, como buena mujer gauchita, lo sigo en todo”, agregó.

En tren de confesiones sobre su intimidad, Mariela reveló que el cuerpo, para ella, es algo natural. “Me educaron así. Para aceptar naturalmente lo que tenemos. Yo no vivo pendiente del físico. Sí vivo pendiente de tener metas en la vida. De estar feliz con mis hijos, con mi pareja y conmigo misma. De que mi alma y mi espíritu estén plenos. De algo más de mi interior”, manifestó.

Sus secretos para verse espléndida, los comparte. “Bebo mucha agua, entre dos y tres litros por día y, si es posible, con limón. También tomo mucho té verde. Algunos jugos de frutas y jengibre. Evito todos los lácteos que puedo, y sólo como queso de vez en cuando. Consumo mucho pollo, pero sólo de granja, y pescado. Intento evitar la carne vacuna porque si la como después quedo pesada, tengo una digestión muy lenta. Eliminé casi por completo las harinas y si como algo con ellas, es sólo por la mañana. También consumo muchas semillas (como las de zapallo) y frutos secos que, entre comidas, te calman el apetito y la ansiedad. Y hago gimnasia, corro (si puedo 45 minutos por día, que son como 7 kilómetros); voy a natación dos veces por semana y nado mucho mariposa. También, cada tanto, hago algo de trabajo con pesitas”, reveló.

A pesar de que se reconoce como una persona no celosa, lo cierto es que Dady Brieva sufre cada vez que la ve como Dios la trajo al mundo en los kioscos de revistas o en la televisión. Al principio, cuando los cambios físicos comenzaron a hacerse notorios, el ex Midachi le manifestó cierto recelo pero después, cuando entendió que el cambio de su mujer iba en paralelo con el crecimiento de su felicidad, dejó de protestar.

“Me da mucho orgullo ella, me emociona cuando hablo de ella porque es una gran mina. Le digo ‘Mascherano con tetas’ porque es una mina polenta. Baila, es guapa, inteligente…”, la definió el humorista, fiel a su estilo.

“Para mí el sexo es fundamental para todo. Para el cuerpo, para estar más bella, para la cabeza, para el amor, para el humor, para la vida… Estoy convencida que alinea todo en la vida.

Y te baja las ansiedades; por eso también es bueno para los nervios y para trabajar mejor”