La casualidad que permitió que se reactivara la causa por la muerte de Andrés Núñez

Después de haber esquivado a la justicia por más de 20 años, una detención equivocada permitió dar con uno de los policías que formaba parte de "la Patota", sindicado como responsable del asesinato de Nuñez en 1990. LOS DETALLES 

La muerte y desaparición de Andrés Núñez, uno de los casos que conmovió la opinión pública platense durante los años 90, nuevamente es sometido a un proceso judicial. En esta oportunidad lo que se intenta determinar en el juicio es la responsabilidad del ex comisario Luis Raúl Ponce, en la tortura, asesinato y desaparición del trabajador que, según recuerda su familia, se convertía en futbolista en sus ratos libres.  

En esta nueva etapa judicial, quien estará en el banquillo de los acusados será el ex comisario Luis Raúl Ponce quien está apuntado como responsable de la muerte del joven el  28 de septiembre de 1990, a quien habrían torturado previamente por el supuesto robo de una bicicleta para después quitarle la vida y sepultarlo de forma clandestina. 

En diálogo con JUSTICIA EN PRIMERA PERSONA, los abogados Ernesto Ferreira y Manuel Bouchoux quienes representan a la viuda de Nuñez, Mirna Gómez, y a su pequeña hija, que al momento del fallecimiento de su padre tenía 1 año y medio de edad, entregaron detalles de esta nueva etapa judicial y se refirieron a la fortuita detención de Luis Raúl Ponce. 

El dr. Ferreira precisó que quienes secuestraron a Nuñez conformaban un grupo que policías que en rigor actuaba en modo paralelo como una fuerza parapolicial que tenía unas prácticas muy propias de la última dictadura, esto es sin ninguna orden de allanamiento ni orden de detención firme, con la que intentaban esclarecer algún hecho de un modo prepotente". 

En la misma línea el dr. Bouchoux manifestó que "este grupo de tareas se autodenominaban la patota de la brigada, y que se jactaban de este apelativo que utilizaban para describir la función que llevaban adelante a comienzos de los años 90". 

También mencionó que uno de los puntos claves en la investigación fue un adolescente que fue privado de su libertad y posteriormente tortura en el mismo sitio que Nuñez. Resaltó que este joven siempre mantuvo el mismo relato, lo que resultó fundamental para poder llegar a la verdad en el primer juicio. 

DETENCIÓN DE PONCE

Ponce, que durante un periodo de 20 años logró no ser advertido por la justicia gracias a una identidad falsa, fue capturado en Junín de los Andes en una particular confusión que se dio por una cuestión de apellidos. 

Es que el acusado utilizaba un hombre parecido al que tenía un militar que era buscado por crímenes de lesa humanidad. Esta noticia fue conocida por un vecino de Ponce que lo denunció pensando que era el militar que buscaban. 

Tras ser detenido, fue sometido a una comparación de antecedentes penales y la policía pudo determinar que no se trataba del sospechoso al que buscaban sino que ante ellos estaba el hombre que había logrado esquivar a la justicia por más de dos décadas

Mirna Gómez pidiendo justicia desde 1990 para Nuñez, quien fuera su pareja y padre de su hija

Los restos de Andrés Núñez fueron encontrados cinco años después de su desaparición en un campo de la localidad bonaerense de General Belgrano gracias a la declaración de uno de los policías implicados, José Daniel Ramos, que buscó con esta acción de indicar el lugar de la inhumación clandestina aminorar su condena.

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