Micaela tenía marcas en el cuello y sospechan que murió estrangulada
Edición Impresa | 10 de Abril de 2017 | 02:08

Los investigadores del crimen de Micaela García (21), encontrada asesinada el sábado pasado en la ciudad de Gualeguay, creen que la joven murió por estrangulamiento ya que presentaba “marcas en el cuello”, informó ayer el jefe de la Policía de Entre Ríos, comisario general Gustavo Maslein.
Fuentes judiciales dijeron que si bien se intentó avanzar en la autopsia al cuerpo de la víctima, a raíz del avanzado estado de descomposición del mismo la diligencia se pospuso para hoy.
En ese sentido, Maslein precisó que la operación está a cargo del médico forense Walter Aguirre y se llevará a cabo en la morgue del municipio Oro Verde, cercano a la capital de Entre Ríos.
Según el comisario general, el cuerpo de Micaela (21) fue encontrado en “un estado de descomposición muy importante, desnudo y con marcas en el cuello”, lo que refuerza la hipótesis de que murió estrangulada y fue atacada sexualmente.
El crimen de Micaela generó una gran consternación a nivel nacional, al punto que el presidente Mauricio Macri cuestionó al juez de Ejecución de Penas entrerriano Carlos Rossi, quien le concedió la libertad condicional al principal sospechoso ahora detenido por el caso, Sebastián Wagner (30), quien había sido condenado a 9 años de prisión por dos violaciones.
Por su parte, Wagner permanecía anoche alojado en una celda, aislado y con guardia permanente en la Unidad Penal 8 de la ciudad de Federal, en el norte de Entre Ríos.
Voceros judiciales señalaron que el fiscal de la causa, Ignacio Telenta, dispuso que la indagatoria del acusado también se lleve concrete hoy.
Las misma fuentes agregaron que, además, continúan detenidos los dos sospechosos de encubrimiento: Fabián Ehcosor (52), el padrastro de Wagner; y Néstor Pavón (27), el dueño del lavadero de autos para el que trabajaba el principal acusado.
Tanto el padrastro como Pavón fueron indagados en las últimas horas por el fiscal Telenta, quien sospecha que ambos ayudaron a escapar al sindicado autor del crimen.
En tanto, Nora González, la concubina de Wagner, dijo a la prensa que no descarta que si su pareja cometió el hecho haya contado con un cómplice, ya que cuando ella le preguntó adónde había estado la noche en que desapareció Micaela él respondió que había estado con “un amigo en un campo” (ver página 21).
Por otro lado, los padres de Micaela aguardan a que se termine con la operación de autopsia para que le entreguen el cuerpo e inhumarlo el martes próximo en la vecina ciudad de Concepción del Uruguay.
Mientras tanto, Néstor “Yuyo” García, el padre de la víctima, contó en Facebook que en las últimas horas recibió un llamado telefónico del Papa Francisco, mientras que Andrea Lescano, la madre de Micaela, le dedicó una carta de despedida.
“Vuela alto mi negra!! como siempre lo hiciste. Te prometo que lucharé por tus ideales, que todos te puedan ver”, escribió Andrea (ver aparte).
Micaela desapareció el sábado 1 de abril alrededor de las 5.30, cuando regresaba del boliche King en Gualeguay y cerca del mediodía del sábado su cuerpo fue encontrado en la estancia Seis Robles, una zona arbolada de difícil visibilidad desde la calle y camino al paraje rural de González Calderón.
La noche anterior al hallazgo, Wagner había sido capturado en el partido bonaerense de Moreno. De acuerdo a la Policía, en ese momento intentó suicidarse apoyándose un arma de fuego en la sien, pero al gatillar no salió ninguna bala.
Según las fuentes policiales, el sospechoso utilizó un revólver calibre .32 largo que se encontraba en muy mal estado y tenía la numeración limada.
Tras el hallazgo del cadáver de Micaela se desarrollaron marchas en reclamo de justicia y en repudio al accionar del juez Rossi en todo el país y, en ese marco, unas diez mil personas se manifestaron por las calles del centro de Gualeguay.
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