La sonda Cassini se prepara para su acto final, la desintegración

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La sonda espacial internacional Cassini, que orbita Saturno desde el año 2004, se prepara para su acto final, su desintegración en la atmósfera del planeta de los anillos, tras una misión de 20 años plagada de descubrimientos asombrosos, entre ellos la posibilidad de vida fuera de la Tierra.

Es precisamente esa posibilidad la que ha llevado a los responsables de la misión a precipitar el robot espacial contra la superficie de Saturno para evitar que su caída accidental en alguna de sus lunas comprometiera el desarrollo de vida incipiente.

En concreto, el peligro es que cayera sobre Encélado, la pequeña luna helada de Saturno a la que Casinni realizó un histórico acercamiento en 2015 que permitió determinar por primera vez la existencia fuera de la Tierra de agua, energía química disponible y material orgánico, las condiciones para el desarrollo de la vida.

EL FIN DE LA MISION

Al llegar el fin de sus misiones, debido al agotamiento del combustible que les permite cambiar de trayectoria aprovechando las fuerzas gravitacionales, algunas sondas espaciales son abandonadas orbitando perpetuamente los objetos celestes que han estudiado, pero en este caso los científicos no quieren correr riesgos.

De caer accidentalmente en Encélado o en alguna de las otras 61 lunas de Saturno, algunas de las cuales pudieran tener características similares, como Titán, los organismos microscópicos vivos que pudiera portar Cassini podrían comprometer el eventual desarrollo de vida en ella.

La sonda Cassini, un proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la italiana (ASI), va a ser ahora puesta en un curso por una zona no explorada entre Saturno y sus anillos para que, a los 122.000 kilómetros por hora a que vuela, entre en la atmósfera gaseosa de ese planeta en septiembre próximo.

De este modo, el robot espacial “se romperá, derretirá, vaporizará y se convertirá en una parte del mismo planeta al que partió hace 20 años para explorarlo”, aseguró el responsable del proyecto Cassini, Earl Maize.

Mañana martes, el equipo responsable de la misión enviará a Cassini los comandos definitivos para su cambio de rumbo, para que el 22 de abril la sonda pase por última vez junto a Titán y el 26 se lance en su nuevo curso, a través de una separación entre Saturno y su anillo de lunas, en lo que será el comienzo de su gran final.

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