Reclamo de justicia por un doble crimen que sigue impune en La Plata

Pasaron dos meses y pareciera que todo sigue igual. Por el doble crimen de Pablo Jesús Vaccaro (74) y su mujer Rosa Diaco (66) aún no hay nadie preso. La sensación de impunidad sigue vigente y por eso volvió a haber una movilización para reclamar justicia.

Se trató de la segunda marcha organizada a partir de este episodio. La primera había sido a una semana de lo ocurrido. Ayer, la concentración volvió a hacerse en la esquina de 520 y 143, donde vivía el matrimonio y también donde fueron los asesinatos.

“No se sabe nada por ahora, no hay pistas, aunque la familia tuvo varias reuniones con el fiscal”, según dijo Analía Diaco, sobrina de las víctimas.

La marcha se realizó desde las 17 y convocó a unas 50 personas. “Necesitamos una explicación de por qué se hizo esa maldad, esa masacre”, reclamó José Scerra, también familiar del matrimonio.

Luis Diaco, el hermano de Rosa, también estuvo presente en la concentración: “No tenemos noticias. No queremos vivir más así. Por lo menos, querríamos estar tranquilos de que los encuentren (a los asesinos). Pero por ahora nadie nos vino a decir nada”, afirmó.

La movilización incluyó el corte de los carriles sobre la mano descendente de la avenida 520. Similar fue la marcha que se hizo a pocos días de los crímenes, que tuvo una convocatoria mayor.

El 17 de febrero, Pablo Vaccaro y Rosa Diaco fueron masacrados por delincuentes que los sorprendieron en su chalet, entre las 8 y las 9 de la noche.

Se sabe que a ella la atacaron en el comedor y que a él le destrozaron la cabeza en la cocina. A los dos los mataron a golpes. Y no es mucho más lo que se sabe, salvo que los encontró uno de sus hijos, cuando fue a entregarles la invitación para el cumpleaños de 15 de su nieta.

Este doble homicidio causó una verdadera conmoción en La Granja, donde el matrimonio era muy querido. Como en el principio, las incógnitas siguen siendo las mismas. Por lo bajo los investigadores reconocen tener algunas pistas, pero son herméticos a la hora de hablar de ellas para no “complicar la causa”.