La simplicidad del vestido

La mejor opción para no pensar en cómo combinar los pantalones con las blusas o sweaters

Edición Impresa

La moda, las tendencias, el evento y hasta el humor cotidiano son una influencia a la hora de elegir qué ponernos para salir de casa.

Cómo combinar los colores, los pantalones con las blusas o armar conjuntos lleva su tiempo, aunque para algunos resulte banal.

Por suerte, los vestidos son una opción que evita este último tramo del “vestirse”. Sólo hay que pensar en una prenda, un abrigo y el calzado.

Y además, una vez que se encuentra el corte más adecuado para la forma del cuerpo, resulta un aliado más que imprescindible del guaradarropas.

Para esta temporada de otoño invierno, hay vestidos para todos los gustos. Sueltos, al cuerpo, largos, cortos y hasta en media pierna, estampados, lisos, de telas elastizadas y camiseros. Un sin fin de opciones a las que recurrir.

Los modelos sueltos están en las vidrieras desde la primavera pasada, y son los más aconsejables para las mujeres altas y las no tan delgadas. En este último caso, es mejor que la tela sea lisa y monocromática.

Los cortos son los más teens, y aunque se usan sueltos y ajustados, pueden servir para ir a trabajar cuando se los usa con colores sobrios.

Los camiseros le quedan bien a todas. Suelen tener un lazo en la cintura que da forma al cuerpo y no deja de ser femenino.

En cuanto a las texturas, el modal, el terciopelo y el morley es lo más usado, pero también están los de lanilla que se empezarán a ver en estos días con la llegada del frío.

 

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