A la medianoche, todos los semáforos son verdes en el Camino Centenario

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Quizás porque están apurados y a esa hora hay poca circulación. O tal vez por miedo a frenar y ser víctima de un robo, algo muy común por estos días. De todas formas, cualquiera de esas u otras excusas pueden ser el motivo de los tantos que no se detienen ante la luz roja de los semáforos en el Camino Centenario a partir de la medianoche.

Cuanto más nos alejamos de la bajada del distribuidor, en la zona de los hipermercados, la cosa empeora. La esquina de 511 quizás sea la que más respeto imponga.

Ya llegando a 508 empieza el descontrol. Las esquinas permiten ver ampliamente si otro auto está por cruzar, por eso con sólo aminorar la marcha se comete esta infracción, protagonista de tantos accidentes ocurridos en la Región, muchos de ellos con consecuencias trágicas. Ya en 501 es un “viva la Pepa” y ni hablar en 495. Porque ya ni siquiera se respeta el poco tiempo que duran esos semáforos. Los de Güemes y Cantilo serían una excepción, aunque ninguno escapa del todo a la regla. Porque a la hora de cometer una infracción, siempre hay un automovilista listo para ser protagonista cuando el reloj traspasa la medianoche.

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