Lo que dejó el blanqueo de capitales
Edición Impresa | 9 de Abril de 2017 | 06:41

Los resultados del blanqueo generaron euforia en el Gobierno que claramente expusieron el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el titular de la AFIP, Alberto Abad cuando el martes informaron el resultado del régimen de Sinceramiento Fiscal, más conocido como “blanqueo de capitales”, que alcanzó los 116.800 millones de dólares en fondos y bienes declarados por contribuyentes, lo que equivale al 21,6% del PBI. Y ya le aportó al fisco $148.600 millones de recaudación.
Puntualmente, se adhirieron al sinceramiento 18.958 millones de dólares en los últimos tres meses de su vigencia, ya que el total sincerado hasta el vencimiento de fin de año había llegado a 97.842 millones de dólares.
Asimismo, el fisco recibió ingresos extras por $41.900 millones en dicho lapso, aunque unos $80.000 millones ya fueron girados a la ANSeS para financiar el programa de reparación histórica a los jubilados y ya empezaron a ser utilizados.
Los datos informados oficialmente destacan que las inversiones exteriorizadas en el país fueron 900 millones de dólares, mientras que fuera del país fue de 55.000 millones de dólares. De estás ultimas, el 30% se encontraban en Estados Unidos; 26%, en Suiza, y 15% las Islas Vírgenes.
En el caso de inmuebles exteriorizados, la valuación total declarada alcanzó los 21.500 millones de dólares, los mismos estuvieron compuestos por 110.000 inmuebles en Argentina y 57.000 inmuebles en el exterior.
Pero más allá de la euforia que le permitió decir a Abad, que “el blanqueo nos aportó un mes completo de recaudación”, lo cierto es que también dejó en claro que por lo menos unos 100.000 millones de dólares de los argentinos siguen sin ser declarados y eso siendo muy optimistas.
UNA PREGUNTA INCOMODA
El dato clave sobre el dinero depositado fuera de los circuitos legales no pudo ser informado por Dujovne, cuando se le preguntó cuánto dinero “negro” de argentinos quedó afuera después del Sinceramiento Fiscal.
Tomando cálculos del economista Orlando Ferreres, había entre 400.000 y 450.000 millones dólares de argentinos en el exterior, sumando el dinero declarado y no declarado.
Según el último dato del INDEC de julio del año pasado, estimaba en 232.411 millones de dólares las tenencias de los ahorristas locales afuera, una cifra que -según el consenso de los especialistas- está muy subvaluada.
De todas formas, según estos mismos guarismo, de los 450.000 millones que había en el exterior, la mitad estaba sin declarar. Por ende, luego del blanqueo que acaba de terminar en la Argentina, aún hay por lo menos 100.000 millones de dólares que decidieron no ingresar y mantenerse en el anonimato fiscal.
Si bien el sinceramiento fiscal que lanzó Alfonso Prat Gay junto a Alberto Abad fue exitoso en términos del volumen que recaudó, lejos fue de ser el “más grande del mundo” como se informó en un primer momento.
Indonesia cerró hace un par de días su blanqueo mediante el cual ingresaron 350.000 millones de dólares Además, el monto representó para ese país el 40% del PBI, mientras que lo que recaudó Argentina es la mitad en términos del Producto Bruto. Chile en 2015 cerró su sinceramiento, sumó 20.000 millones de dólares. Pero, en realidad, era casi la totalidad de los activos sin declarar de los chilenos en el exterior
En términos relativos, el blanqueo local fue peor que el de Chile, Brasil (que se reabrió hasta finales de julio), el de Colombia que está cerrando en breve y todos los europeos (Alemania, España e Italia) porque precisamente la mitad del stock que estaba sin declarar quedó en el ostracismo fiscal (algo que no sucedió en esa magnitud en los casos anterior).
Una visión crítica sobre lo que terminó siendo el blanqueo que acaba de cerrarse corrió por cuenta de Martín Litwak, socio fundador de Litwak & Partners.
El especialista dice que el Gobierno eligió el “discurso del miedo” y de esta manera impidió que el fisco y el contribuyente se “amigasen”, o al menos hicieran una tregua, algo que si sucedió en Chile y en Colombia.
“Mandar cartas intimidatorias, tocar timbres en barrios privados, operar permanentemente en la prensa son cosas que dejan secuelas. La inmensa mayoría de la gente ingresó al blanqueo por miedo, y no por convencimiento”, asevera el abogado que tiene oficinas en Buenos Aires, Montevideo y Miami.
“Esto implica que muchos de los que entraron ya están pensando cómo seguir produciendo dinero ‘en negro’ y qué hacer con él. Esto es algo que se podría haber evitado actuando de otra manera”, reconoció.
SOSPECHAS
En tanto un total de 5.280 Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) en manos de la Unidad de Información Financiera (UIF) dejó el blanqueo. Se trata de la lista donde nadie que decidió sincerar sus ahorros no declarados quería estar, pero que se confecciona con los avisos automáticos de los bancos cuando detectan irregularidades en los montos o cuentas abiertas para participar del plan.
Como resultado de las investigaciones, ya hay tres causas judiciales abiertas porque se sospecha que hubo delitos “no fiscales” detrás del origen de los fondos.
Así lo confirmó Mariano Federici, presidente del organismo de control que aseguró que “los tres casos que presentamos se refieren a delitos graves, que no están perdonados en el régimen de sinceramiento fiscal”, como narcotráfico y trata de personas.
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