Cine, política y streaming

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“Nadie nos mira” vive la misma realidad que buena parte del cine nacional independiente: sufre la opresiva presencia del aparato publicitario de los grandes “tanques” de Hollywood que se “lleva” a la audiencia. “Son aparatos de publicidad enormes”, afirma Solomonoff. “La película la podemos hacer, pero el dinero que hace falta para que la película sea visible es mucho. Tenemos excelentes críticas, muy buen boca en boca, pero eso necesita desarrollo en el tiempo, no se hace en un fin de semana. Lo que se puede hacer en un fin de semana es una campaña publicitaria muy grande y cara: el boca en boca es lento, y lo que hacen falta son esos espacios donde el boca en boca tiene tiempo para desarrollarse”.

Por eso, afirma que para sostener esos cines es indispensable que existan institutos nacionales que permitan formar alianzas internacionales y financiar otras formas de ver y filmar. Solomonoff no realiza esta afirmación de manera casual sino con convicción política, en medio de una serie de modificaciones del INCAA que tiene a la industria en alerta: “Me preocupan ciertas revisiones de leyes que no necesitan ser revisadas, de presupuestos que son autárquicos”, afirma sobre las sospechas de que la salida de Alejandro Cacetta tiene que ver con la intención de realizar cambios en el ente y recortar su presupuesto. “Nos lleva mucho tiempo construir algo, pero destruir es muy fácil”.

 

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