Presentes, sólo por amor

Con el equipo eliminado de la Libertadores, luego de la lluvia de todo el día, en un horario incómodo y a 50 kilómetros de La Plata, los hinchas de Estudiantes igual dijeron presente en el último partido del equipo en la Copa y en la posible despedida de Juan Sebastián Verón del fútbol.

Claro que el marco no fue el de siempre y lejos estuvo de tener una fotografía de las que acostumbra el Pincha en esta competencia, pero igual fue digno e importante. Con banderas, bombos, trompetas y muchas pero muchas ganas, los jugadores sintieron el apoyo y recibieron la calidez a pesar de no haber cumplido el objetivo inicial de llegar a los octavos de final.

El más aplaudido y mimado por los hinchas, por supuesto, fue Juan Sebastián Verón. El presidente del club y capitán del equipo jugó con seguridad su último partido oficial, de acuerdo a sus palabras. Ahora lo espera una etapa relacionado a la secretaría de selecciones de AFA.

“Se retira el jugador, nace la leyenda”, la gran bandera que se colgó detrás del arco de la tribuna local. Esta fue sólo una de las expresiones de amor hacia un jugador que marcó a una generación, que le agradece los buenos resultados conseguidos en los últimos años.

Ya desde su presentación empezó a recibir aplausos, que se repitieron cada vez que tocó la pelota. Si hasta los jugadores visitantes se acercaron para saludarlo de manera especial. “El jugador más preponderante de la historia”, dijo la voz del estadio.

A la hora de la salida de los equipos, una lluvia de fuegos artificiales se arrojaron desde una zona lindera al estadio, pero no dentro. Fue una manera que eligieron los hinchas para respaldar al equipo en una noche que sin lugar a dudas invitaba más para verlo por TV desde La Plata. Pero a veces la pasión no entiende de lógicas en el fútbol.

Para la hora de inicio de partido la tribuna local tuvo un porcentaje importante. Otras banderas alrededor de la cancha fueron “Sigo por vos”, “Altos de San Lorenzo”,. “Agrupación Marcos Rojo”, “Ringuelet”, “Los Leales”, “J. Hernández”, “16 de octubre”, “Tolosa”, “Los Hornos”, “Pablo”, “23 y 68”, “Gonnet”, La Loma”, “Basso”, “Agustín”, “Berazategui”, “Parque Saavedra”, “Eternamente hijos nuestros”, “Tolosa Enajenada”, “Mondongo”, “Lanús te ama”, “Hudson” y “Que placer verte otra vez”.

Del elenco visitante llegaron dos centenares de hinchas. Lo hicieron bien temprano, a los pocos minutos de haberse abierto las puertas. Se ubicaron en la segunda bandeja de la tribuna Sur, con pequeñas banderas negras y blancas. También con una de su país. Estuvieron un poco apagados, tal vez por el frío de estas latitudes, y sólo por determinados momentos cantaron en favor de su equipo.

MARZO, EL MES DEL ESTADIO

Una de las quejas de la mayoría de los hinchas presentes en Quilmes fue por qué no está por terminarse el estadio en 57 y 1, cuando las dos promesas iniciales habían sido marzo de 2017 y a comienzos del año pasado se estableció la marca de 420 días.

“El estadio se termina en marzo”, repitieron al menos tres dirigentes, con absoluta confianza y dejando entrever que el próximo mes habrá un anuncio importante relacionado a los 12 millones de dólares que faltan para terminarlo.

Según se supo, con la inversión de la empresa que alquilará los comercios, la venta de un jugador y el naming, el monto se completará y durante el verano se acabarán las obras. Esta vez, ahora sí, parece que será el tramo final.

IRITIER Y DUBARBIER, AFUERA

Los jugadores Javier Iritier y Sebastián Dubarbier fueron quienes se quedaron afuera del banco de suplentes. En ambos casos se habló una dolencia muscular. El ex Huracán también se había quedado afuera del partido en Ecuador contra Barcelona.