Robaron en dos departamentos de un edificio del barrio La Loma

Al menos un ladrón se las ingenió para entrar a robar en dos departamentos de un edificio de La Loma: los revisó a su antojo y aparentemente se robó lo que pudo. Después se fue por la entrada principal, hablando por teléfono, como si se tratara de un vecino más.

La situación fue descubierta cerca de las 16 de ayer, aunque no está claro a qué hora entró el delincuente a 21 entre 37 y 38.

La presunción de algunos investigadores fue que el intruso habría entrado por el acceso principal “con una llave” o de alguna otra forma que no le requirió forzarlo.

Sigiloso o con información previa, el ladrón evitó entrar en las viviendas del primer piso donde había gente. En cambio, eligió los departamentos del segundo, porque sus dueños no estaban.

Allí sí el ladrón tuvo que emplear la fuerza para barretear las puertas de esos dos domicilios, según contaron fuentes que estuvieron en el lugar.

A lo largo de un lapso no establecido, el intruso “revolvió todo lo que pudo”, en busca de dinero y objetos de valor. Lo que no trascendió fue qué cosas robó de cada departamento. Al parecer, el botín se lo llevó escondido en una mochila que cargaba sobre los hombros.

Mientras todo pasaba, “otros vecinos escucharon ruidos y llamaron a la Policía”, confirmaron fuentes oficiales.

Antes de que llegaran los patrulleros, el ladrón bajó las escaleras, llegó hasta el acceso del edificio y aprovechó la llegada de una persona que vive ahí para salir, “hablando por teléfono, como si nada”, contaron allí.

A ese testigo le resultó raro ver a ese extraño saliendo del hall, pero por un minuto lo desestimó. Cuando supo que habían robado, ató cabos de inmediato.

Del delincuente es muy poco lo que se sabe. Sólo que rondaba los 30 años. Se especula con que cerca de ahí, tal vez a la vuelta de la esquina, lo estuvieran esperando sus cómplices en un vehículo.

Estaba prevista la realización de pericias en los departamentos para buscar huellas del ladrón, como así también la búsqueda de imágenes en cámaras de seguridad en comercios aledaños. Hoy por hoy, cualquier indicio para individualizarlo es valioso.

tension en 26 y 48

Apenas un rato antes, a 15 cuadras, se vivió otra situación tensa a partir de un caso de inseguridad. Se trató de un intento de robo padecido por una chica que, para escapar, cruzó una calle y zafó por poco de ser atropellada.

La víctima, de 19 años, esperaba un colectivo 307 en la parada de 26 y 48, cuando eran alrededor de las 14.

Dos motochorros -encapuchados y con gorras- la vieron sola en esa esquina y no dudaron en ir a abordarla. No quedó claro si estaban armados: la joven tuvo algunos “baches” en sus recuerdos por el miedo.

“Quiso escaparse y cruzó la calle 26 sin mirar. Una persona estuvo a punto de atropellarla pero frenó justo”, contó Darío, su padre.

La adolescente se cayó al suelo cuando corría pero pudo pedirle ayuda a un vecino. Mientras, el conductor empezó a gritarles a los motochorros al darse cuenta de lo que pasaba. Los ladrones pretendieron volver a robarle a la chica, aunque al final huyeron cuando se vieron descubiertos.