Cuando los chicos también están expuestos al humo
Edición Impresa | 31 de Mayo de 2017 | 03:25

Cada año, un cinco por ciento más de chicos tienen problemas respiratorios como asma o sibilancias por estar expuestos al humo del cigarrillo. Y los especialistas destacan que los menores de 3 años son los más perjudicados.
“Se calcula que los cuadros de asma y sibilancias aumentan anualmente alrededor de un 5 por ciento, y en la mayoría de los casos afectan a niños fumadores pasivos. Sin embargo, los riegos van más allá de la inhalación del humo, porque una vez que el cigarrillo se apaga, las sustancias tóxicas perduran en todo tipo de superficies”, explicó la pediatra Nélida Escobar.
“Hay muchas consultas de chicos con patologías respiratorias, y la gran mayoría tiene relación con la exposición al humo del tabaco”, afirmó la médica, quien destacó que también “se les explica a los padres que sacar el cigarrillo por la ventana al fumar no elimina los riesgos del tabaco en el hogar”.
“Lo ideal sería que dejaran de fumar, pero si no fuera posible, hay medidas que se pueden tomar para dañar a sus hijos los menos posible con el humo”, destacó.
MINIMIZAR EL IMPACTO
Para minimizar el impacto del humo, los pediatras recomiendan cambiarse la ropa que se usó al fumar, enjuagarse la boca, ventilar los ambientes, fumar en espacios abiertos y evitar al máximo el contacto entre los chicos y la gente que haya fumado.
Suele desconocerse que además del humo ambiental del tabaco, también llamado “de segunda mano”, existe el humo de “tercera mano”, que es la mezcla de gases y partículas que quedan adheridas en la ropa, muebles, alfombras, tapizados y hasta electrodomésticos.
Esos materiales absorben las toxinas del humo del tabaco y los liberan gradualmente, lo que afecta a los niños que llevan esos objetos a su boca o están en contacto con superficies contaminadas cuando gatean o juegan en el piso.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE