Derrumbe, polémica y misterio por el Cristo del distribuidor Benoit

Imagen que para los vecinos se investía como un símbolo de protección, pues la fe de la gente le había otorgado esa atribución al entronizarse en 2014, unos meses después de la trágica inundación que afectó, en especial, ese barrio, el Sagrado Corazón de Jesús que dominaba la escena desde lo alto en el distribuidor vial Pedro Benoit, fue demolido a mazazos.

La acción, que se habría llevado a cabo por el mismo grupo de feligreses que impulsó pocos años atrás la colocación de la escultura religiosa con el apoyo, inclusive económico, del Papa Francisco, despierta una polémica rodeada, a la vez, de misterio.

Transcurría la media mañana de un domingo otoñal apacible, con sol y cielo celeste. A Elida Buñirigo, la alertó su marido. “Están tirando abajo el Cristo”, le dijo él y ella, que vive a una cuadra y media de 521 entre 13 y 14 no tardó en llegar al lugar. “Me dio mucha impresión verlo primero sin cabeza y después cómo lo iban destruyendo”, contó la mujer y añadió: “para nosotros era como un respaldo espiritual; lo colocaron después de la inundación. Y ahora jugaron con nuestros sentimientos, porque por lo menos podrían haberlo retirado sin que viéramos toda esa destrucción”.

Los primeros golpes con la maza los dieron el último domingo y ayer, ya con la presencia de una custodia policial, debido a que algunos vecinos habían planteado un reclamo concreto y parecía que podían presentarse problemas para retirarla, culminaron con la tarea de liquidar la escultura.

“Todo esto cayó muy mal en el barrio. Ese Cristo había sido bendecido por monseñor Bochatey. Para la gente era como una protección y ya una parte del barrio”, puntualizó otro vecino, Eduardo Finochi.

Según trascendió, fue el mismo grupo de personas que había promovido en 2014 la realización de la obra (encargada a un escultor de la ciudad de Azul) el que decidió tirarla abajo y reemplazarla por otra de un autor de La Plata, que sería el que también levantó la imagen de Sor María Ludovica erigida en las inmediaciones de la bajada de la Autopista, a metros de diagonal 74.

En aquella oportunidad, participó en la iniciativa de que la figura de Cristo recibiera a la gente que ingresaba al casco urbano de la Ciudad, el Sumo Pontífice, que había avalado la obra y hasta colaborado con su financiación.

Territorio de Vialidad

La imagen del Sagrado Corazón de Jesús se levantó aquella vez sobre un pedestal de tres metros y contaba con la autorización de la dirección provincial de Vialidad, propietaria del terreno. El organismo estatal acompañó el proyecto con la instalación de las luces que iluminaban la imagen.

“Ahora no se solicitó ningún permiso para el cambio y como es zona de caminos, donde debe haber seguridad vial, sin esa autorización no se va a permitir que se coloque otra escultura”, aseguraron fuentes de Vialidad.

Lo curioso es que cuando se erigió el Sagrado Corazón en el distribuidor Benoit a los vecinos de la zona les sorprendió el repentino emplazamiento: de un día para el otro, sin haberse anunciado el proyecto, se encontraron con la obra terminada y sin saber quienes la habían impulsado.

Según se supo luego, la idea había sido de un grupo parroquial de City Bell, que había encargado la escultura a un artista plástico de Azul, quien habría tardado un año en terminar de darle forma al trabajo.