El diálogo entre conductor y automóvil es cada vez más fluido 

El ser humano y la máquina comienzan a entenderse hablando. Muchos se resistían a darle a los aparatos técnicos una entidad de viejos conocidos con los que se entabla una conversación. Asistentes virtuales como Siri han abierto sin embargo un camino sin retorno para dar órdenes verbales a las máquinas. Alexa, de Amazon, y Home, de Google, se van abriendo paso en el hogar y la oficina. Ahora le toca al automóvil. Las alternativas de pantalla táctil, conducción gestual o palancas convencionales serán cosa del pasado, anticipan los expertos. La próxima generación se basará en la palabra.
 
"Los comandos verbales constituyen un nuevo concepto de conducción que permite manejar incluso sistemas complejos del auto de modo simple y sin complicaciones", dice el experto en ergonomía Guido Meier-Arendt, de la empresa Continental.
 
No habrá una solución universal, admite, por lo que seguirán existiendo por cierto tiempo algunas teclas y botones para operar manualmente. "Pero con los avances técnicos disponibles y el cambio de conducta impuesto entre los usuarios por los teléfonos móviles inteligentes cobrarán un peso cada vez mayor las órdenes verbales dentro del auto", asegura Meier-Arendt. 
 
Las automotrices y sus proveedores trabajan en ello sobre dos vías: por un lado buscan desarrollar de forma más comprensible sus propios asistentes verbales, aumentar su vocabulario y lograr que respondan sin necesidad de memorizar fórmulas textuales. Con Ford Sync alcanza por ejemplo con decir "tengo hambre" para que el navegador muestre el restaurante más próximo sobre la ruta planeada. 
 
"La cuestión es llegar al habla cotidiana", explica Arnd Weil, quien dirige el desarrollo automotor en la empresa IT Nuance. "Cuando se comenzó con los comandos verbales hace 20 años, apenas había una veintena de palabras disponibles", dice Weil. Diez años después ya eran 70 000 y hoy son varios millones. "Si se piensa que un ciudadano común utiliza diariamente un vocabulario activo de unas 4000 palabras, queda claro que estamos en un nivel del habla cotidiana."
 
Por eso ya no es necesario seguir una cadena predeterminada de comandos, sino que alcanza con que se enuncie un monólogo sobre el tema deseado y el auto extrae del mismo las palabras clave necesarias para poner en marcha la orden expresada. "No es la persona, sino la técnica la que tiene que aprender el vocabulario, si se busca que sea un sistema exitoso", dice Weil.
 
Las automotrices integran por otra parte en forma paralela al desarrollo propio también asistentes verbales externos. Audi y Volvo anunciaron en ocasión de la conferencia I/O de Google que equiparán a sus próximos modelos con el sistema operativo Android y con él el asistente verbal de Google. Así se podrá activar por palabra no solamente llamadas telefónicas o metas de navegación, sino también abrir ventanillas o regular la temperatura en la cabina, indicaron los desarrolladores. 
 
También Alexia, el asistente virtual verbal de Amazon, formará parte de los hábitos de conducción de automóviles. Volkswagen anunció que se asociará con Amazon para que se pueda abrir las persianas de la casa desde el auto o se pueda revisar en marcha las existencias de la nevera. Mercedes encara el camino inverso: planea equipar ya este año algunos de sus modelos con la posibilidad de diálogo con Alexa y Google Home de manera tal que se pueda programar los destinos en el navegador del auto o revisar el nivel de combustible desde el hogar.
 
Otra forma de comandos verbales se establece a través de los portales de infotainment y telemática, como Mercedes Me, BMW Connected Drive u Opel Onstar. Apretando un botón se puede activar la modalidad de diálogo para programar el sistema de navegación. Con dos diferencias decisivas: la inteligencia para esta operación no está en el auto, sino en el otro extremo de la comunicación. "Y se trata con un ser humano, en lugar de una máquina", dice el portavoz de Opel Michael Blumenstein. "Se reduce así notablemente la posibilidad de malentendidos y en caso de que se dieran son más fáciles de solucionar."
 
Los compradores de nuevos autos pueden prepararse para tiempos muy conversados a bordo. Pero también los propietarios de autos más viejos pueden soltar la lengua. Holger Weiss y Patrick Weissert crearon el start-up German Auto Labs en Berlín y desarrollaron un reequipamiento que permitirá incorporar infotainment en autos más antiguos. "En Alemania los autos privados tienen en promedio nueve años en circulación", dice Weiss. Pronto lanzarán a Chris como alternativa a Alexa y Siri. Este asistente digital permitirá utilizar el móvil mediante comandos verbales y gestuales durante el manejo, de modo simple, cómodo y ante todo seguro.
 
Vía Bluetooth se establece la comunicación con el móvil y de ese modo el acceso a varias aplicaciones. La pantalla adherida al parabrisas se hace cargo del tráfico de correo electrónico, SMS, WhatsApp y demás sistemas de mensajería, organiza las llamadas, programa la navegación y pasa la música preferida del conductor por Spotify. Este sistema saldrá al mercado en alemania en febrero de 2018 a un precio que rondará los 300 euros.
 

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