Pese al paro anunciado, en la mayoría de los kioscos de la Ciudad cargaron la SUBE
Edición Impresa | 29 de Junio de 2017 | 04:04

La amplia mayoría de los puntos de recarga de tarjetas SUBE en territorio platense operó ayer con normalidad, a pesar de la vigencia de la medida de fuerza en contrario convocada por una de las entidades que nuclean a los kiosqueros.
La protesta, impulsada por la Cámara de Kiosqueros Unidos (CKU) en reclamo de “comisiones dignas por las recargas” (actualmente perciben menos del uno por ciento), se extenderá hasta el viernes.
Sin embargo, desde la Unión de Kiosqueros Unidos (UKRA), salieron a despegarse del “paro” y afirmaron que el 95 por ciento de las bocas de expendio de saldo para el SUBE (Sistema Único de Boleto Electrónico) funcionó “sin inconvenientes”.
En nuestra ciudad, si bien los propietarios y encargados de los kioscos coincidieron en que los márgenes de ganancia por ofrecer el servicio son “ínfimos” en comparación, por ejemplo, con el estacionamiento medido -que les deja un quince por ciento-, no se plegaron masivamente a la veda sugerida por la CKU.
Desde la administración del SUBE se informó que “dado que los 100 mil kioscos del país agremiados en la UKRA no apoyaron la protesta de la CKU, solamente el 5 por ciento de los puntos de carga se vieron afectados”.
“Nosotros no paramos”, afirmó en el mismo sentido Néstor Palacios, presidente de la UKRA, para quien la protesta en marcha fue resuelta por “un grupo pequeño de kiosqueros de la capital federal, que ni siquiera tiene personería jurídica; nosotros tenemos representación en el plano nacional desde 1947 y somos los únicos del país con personería”.
El dirigente llamó a los comerciantes a que “no tomen medidas arbitrarias”, y destacó que el lunes próximo se abrirá “una mesa de diálogo, con miembros de los ministerios de Producción, Trabajo y la AFIP para plantear propuestas que mejoren la rentabilidad en materia de cargas de SUBE y telefonía móvil”.
La regulación vigente desde 2011, cuando se implementó por medio de una credencial plástica el boleto único electrónico, establece una comisión del 3 por ciento para las redes de carga, y prohibe cualquier cobro adicional al consumidor. La adhesión de los kioscos es voluntaria, por lo que si no ven rentabilidad en el negocio no están obligados a ofrecerlo.
“No estamos de acuerdo con decretar un paro, pero hay que contemplar que entre el Estado y los kiosqueros hay empresas tercerizadas en el medio que nos hacen perder plata” aclaró Palacios: “a los vecinos no debería costarles ni un peso extra cargar la tarjeta ni el teléfono; ése es un gasto que tiene que absorber el Estado para permitir la rentabilidad”.
En la CKU alegan que “cuando una persona carga cien pesos de SUBE, el kiosquero gana apenas 27 centavos; tenemos costos operativos para brindar el servicio, desde la internet al posnet, pasando por el papel de los tickets, y no podemos sostener más esos márgenes irrisorios y usureros”. Además, se advirtió que “para tener saldo de recargas te hacen pagar por adelantado, a través de un depósito bancario al que encima le descuentan un uno por ciento”.
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