Un fuerte golpe a dos lugares emblemáticos

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Los atacantes del ISIS en Teherán eligieron objetivos simbólicamente significativos. La tumba profanada alberga el cuerpo del ayatolá Ruhollah Jomeini, el fundador de la República Islámica y primer líder supremo, y es un destino popular para los turistas y peregrinos. Jomeini dirigió la revolución que derrocó al sha en 1979 y fue líder supremo durante 10 años.

El parlamento, la Asamblea Consultiva Islámica o Majlis, es el principal órgano legislativo de Irán. Tiene 290 miembros, incluyendo mujeres, y hay representantes de minorías religiosas, incluyendo cristianos y judíos. La portación de armas está muy controlada en Irán, lo que genera especulaciones de que los atacantes contrabandearon armas al país.

Irán, con su población en gran parte chiita, ha participado en acciones militares contra grupos terroristas sunitas como ISIS, que consideran a los chiitas como apóstatas, pero estos ataques terroristas en el país son raros. El año pasado, el gobierno de Irán dijo que frustró “uno de los mayores planes” de grupos terroristas dirigidos a Teherán y otras ciudades importantes durante el mes de Ramadán. El mes sagrado de este año comenzó hace casi dos semanas, el 27 de mayo. El último gran ataque en Irán fue en 2010, cuando un grupo extremista sunita realizó un ataque suicida contra una mezquita en Sistan-Baluchistán, matando a 39 personas.

 

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