Para la ciencia, la personalidad del dueño impacta en la de las mascotas

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En varias familias las mascotas tienen un rol muy importante porque en muchos casos suelen ser tomadas como hijos, hermanos, amigos y hasta compañeros con los que tenemos una relación única y muy especial.

Muchas veces ocurre que al observar ciertos animales domésticos nos parece encontrar rasgos similares a los de sus dueños. Y si bien es una situación que sucede muy menudo en nuestra vida cotidiana, esta teoría tiene un fuerte sustento científico.

Es que una investigación de la Universidad de Viena, Austria, sostiene que los perros son capaces de incorporar la ansiedad y la negatividad de sus dueños, de la misma manera que los canes relajados y amigables pueden pasar esos rasgos a sus dueños.

Esto último significa que los perros pueden ayudar a los humanos a lidiar con el estrés de la mejor manera. Para llegar a esa conclusión estudiaron a más de 100 perros y sus dueños, midiendo su ritmo cardíaco y sus niveles de cortisol que pueden ser indicadores de estrés al igual que muestras de saliva.

Tanto a los dueños como a los perros se los analizó según su personalidad y la información recabada permitió ver que tanto los dueños como los perros se influenciaban mutuamente. Aunque el humano tendía a influenciar más que el perro.

Estudios también han demostrado que la personalidad de los dueños influye en la elección de la raza de su perro. Como por ejemplo al realizado a unas 6.000 personas que comprobó que la personalidad predecía la raza de perro con la que se sentiría más feliz.

Si bien todavía es necesario investigar más al respecto, la investigación reveló cómo la personalidad del humano puede afectar su actitud hacia determinados perros y, por ende, elegir una raza por sobre la otra en base a su propia personalidad.

En el área de las mascotas, un estudio de la Universidad de Berkeley, California, sugiere que las personas que aman a los gatos y a aquellas que aman a los perros, tienen diferentes rasgos de personalidad.

Por ejemplo, las personas que prefieren los gatos suelen ser más creativas, ansiosas y aventureras. En cambio, los dueños de perros suelen ser más seguros, extrovertidos y evitan tomar riesgos.

Además de los diferentes rasgos de personalidad, el estudio también reveló que las personas que tendían a manifestar un mayor afecto por su mascota, también solían ser los más neuróticos.

Pero eso no es algo necesariamente malo, ya que según los expertos, la neurosis hace que sean mejores dueños, ya que están más atentos y pendientes de las necesidades de sus mascotas.

Las investigaciones demostraron que los perros son sensibles a la información emocional de sus dueños y la utilizan para modificar su comportamiento.

En conclusión, a la hora de elegir entre una mascota u otra, una raza o la manera de ser de un canino, la ciencia asegura que nuestra personalidad juega un rol clave no sólo en la elección sino en la relación que tendremos con esa mascota.

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