Denuncian que el Norte es tierra de nadie ganada por motochorros

Vecinos de City Bell manifestaron su preocupación ante la reiteración de asaltos cometidos por motochorros en la vía pública, especialmente a mujeres y menores. Los delincuentes eligieron una nueva modalidad y asolan cada día la calle 11 (467) desde el Camino Belgrano hasta la zona de un barrio privado, en la 144.

La modalidad es nueva y tiene a los vecinos atrapados entre el miedo y la angustia a la hora de empezar su jornada laboral o de estudios.

Es que eligieron el horario de trabajo para atacar –muchas veces con violencia y armados- a la gente que está en la parada del 273 esperando la letra I para viajar a La Plata. Y el horario va entre las 6 de la mañana a las 7.30, cuando la luz aún es escasa.

El accionar de los asaltantes consta en detenerse con la moto en cada parada y robar celulares, mochilas, bolsos y carteras. Y las mujeres son su blanco preferido, según contaron varios vecinos a este medio, que no quisieron dar su nombre por miedo a represalias ya que, aseguran, los ladrones son de la zona.

De acuerdo a lo dado a conocer por las propias víctimas, el horario de “patrullaje” de los delincuentes empieza a eso de las 6 de la mañana, que es cuando la gente empieza a acercarse a las paradas para ir a trabajar o, en algunos casos, a estudiar.

A LAS CORRIDAS Y ESCONDIDOS

“Antes tomaba el micro sin miedo. Ahora corro las dos cuadras que separan mi casa de la parada y trato de llegar al micro lo más justo posible, para que no me asalten. Ya me tocó ver cómo asaltaban a otras personas y a mí me quitaron una mochila. Están armados, en moto y no les importa tironearte para sacarte lo poco que tengas. Pero como saben que un celular y unos pocos pesos siempre uno lleva encima, nos tienen entre la espada y la pared”, le contó un vecino a este diario, que toma el micro en la parada de 11 y 136.

“Parece increíble lo que tenemos que hacer para ir a trabajar. Hasta no hace tanto tiempo no nos pasaba esto, pero ahora no hay nadie que los pare y es cosa de todos los días que roben en muchas paradas. También sabemos que a veces van al Camino Belgrano, sobre todo en la esquina de 11 y de Güemes, donde ha habido muchos casos de robos y arrebatos de parte de motochorros”, continuó relatando el vecino.

También según contaron a este medio, otra zona blanco de los ataques es la de la esquina de Cantilo y 25. “Los delincuentes están al acecho por esta zona, dando vueltas hasta que se les presenta el momento propicio para cometer un robo. Y no les importa si es de día o de noche, se manejan con total impunidad”, explicaron los vecinos.

“Antes tomaba el micro sin miedo. Ahora corro las dos cuadras que separan mi casa de la parada y trato de llegar al micro lo más justo posible, para que no me asalten”

Vecino de La Emilia
Toma el micro en la parada de 11 y 136

“Lo peor de todo es que te pegan para que no te resistas y enseguida te sacan la cartera o el celular”, le dijo una vecina, confirmando que el blanco preferido de estos delincuentes son las mujeres. “Estamos cansadas de esta situación, porque ya no sabemos cómo manejarnos al salir de nuestras casas, el desamparo es muy grande”.

Muchos sostienen que los motochorros son conocidos de la zona y algunos le apuntan a una banda de menores que estaría por la zona, muchas veces parando en los alrededores de Cantilo y 32, según denunciaron.

El número de hechos es incierto, en especial porque algunos vecinos no han radicado la denuncia correspondiente por los robos, temerosos de las posibles represalias.

HECHOS RECIENTES

Hace rato que los motochorros son el terror de los barrios. Los delincuentes que actúan bajo esta modalidad se manejan con total impunidad en distintas zonas del norte platense, según denuncian los vecinos.

Uno de los hechos que más miedo metió hace unos meses atrás fue el ocurrido en Gonnet, donde una pareja fue sorprendida en su casa de 23, entre 495 y 496. Allí dos ladrones motorizados sembraron el terror porque pese a que Cristian, una de las víctimas, no se resistió, igual le dispararon. Aunque tuvo suerte ya que la bala le pasó muy cerca y terminó dando contra una pared. “Me salvé porque me escondí atrás de la camioneta”, contó luego de pasar por esa pesadilla.

Los vecinos dijeron que horas antes habían visto a esa misma moto dando vueltas por el barrio. Y era claro: estaban buscando a su víctima.

La secuencia quedó grabada en las cámaras de seguridad de la vivienda. Dura apenas un minuto y 40 segundos, pero allí puede verse con la impunidad y violencia con la que actuaron.

En City Bell y El Rincón también se registraron dos casos donde motochorros fueron protagonistas. El primero ocurrió en 20 y 481. Actuaron en un rodado rojo y negro y a la víctima la dejaron sin el celular. En el segundo, a un hombre le sacaron la moto y encima lo golpearon, por lo que terminó en el hospital.

Por su parte, una vecina de Los Porteños, asegura que “acá roban en moto a plena luz del día y le apuntan a las víctimas con el arma en la cabeza para sacarles celulares y mochilas. Se manejan con una impunidad que es total”.

“Acá roban en moto a plena luz del día”

Vecina de Los Porteños

En Gonnet, Gorina y Hernández, los vecinos están cansados de hacer denuncias. Y le apuntan a una “moto roja” que comete permanentemente ataques en esas zonas.

Uno de los últimos ocurrió en 493 entre 10 y 11. Allí, en plena calle, le robaron a un hombre la billetera con apenas 60 pesos. Una vecina del barrio denunció que “Villa Castells es tierra de nadie, es increíble que gente laburadora no pueda estar en paz”.

También en 513 y 136 denunciaron a dos delincuentes en un rodado con esas características que atacaron a una mujer, a la que golpearon pero no pudieron robarle.

Más atrás en el tiempo se registraron hechos similares en 28 y 496, 481 y 25 y 19 y 510, entre otros.

De esta forma, la larga lista de estos tristes episodios se sigue engrosando. Los motochorros actúan con una impunidad que asusta y los vecinos están hartos porque no encuentran respuestas por parte de quienes deben brindar seguridad.

Incluso las quejas se multiplican en las redes sociales al no poder explicarse cómo ellos sí tienen identificados a los delincuentes y la Policía no logra atraparlos. Por eso se sienten abandonados y con miedo a salir a la calle.