Más autos, con menos educación y controles en la calle

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¿Cómo cambiaron la ciudad y los hábitos de manejo en la última década? Básicamente, el parque automotor aumentó año tras año, en una infraestructura de caminos que no varió. El estimado total de vehículos que circulan en la Ciudad es de 300.000. Equivale a un promedio de 2,16 personas por auto. Con un sistema de transporte público restringido en horarios, alcance y combinaciones, mucha gente depende sí o sí del auto.

En 2016 la cifra de vehículos aumentó en un 17%. El colapso en determinados horarios y zonas ya es una realidad. Claro que también entran en juego la comodidad y el desdén por el otro. Las doble filas en colegios o bancos lo evidencian cada día.

“Los platenses somos especiales. Llegué a ver cómo un padre, en la puerta de un colegio le pegó una piña a un inspector de tránsito que le reclamó por estar mal estacionado. Y no pasó nada”, considera Perrotta. “En Capital la gente frena para ponerse a hablar por teléfono, algo que acá no se hace: todos siguen manejando. El Estado no toma el control de la vía pública. En otras ciudades no pasa”, sigue el dirigente.

Chacabuco, en el interior provincial, era una ciudad donde solía haber accidentes con motos. Antes, la multa era de dos mil pesos, agregada al secuestro de la moto. “Ahora tiene que haber autorización municipal para poder comprar otra. Por eso todos andan con casco, siempre”, dice el presidente de la ONG.

Pero, sobre todo, la principal manera de revertir la situación a largo plazo es la educación. Desde Corazones azules impulsan que se incluya en las currículas de jardines, primarias y secundarias una asignatura de instrucción vial. “La mentalidad la van a cambiar los chicos, plantea Perrotta.

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