El asfalto se “desvanece” y los vecinos se inquietan
Edición Impresa | 3 de Agosto de 2017 | 02:00

En el barrio San Carlos hay calles que están tan rotas que para esquivar los pozos hay automovilistas que optan por subirse a la vereda, algo que causa indignación entre los vecinos. “Ahora no solo tenemos baches en la 50, sino que también se están rompiendo las veredas”, señaló una vecina que se quejó por la situación.
La gente aseguró que esa arteria figura como pavimentada con cordón, fue parte del plan de las mil cuadras que se pavimentaron hace unos quince años.
Sin embargo, todo lo que tiene la calle desde 139 hasta 132, es una delgada capa de asfalto que se fue desgranando en las orillas hasta confundirse con el barro cercano a las zanjas.
Cuando llueve la situación se agrava porque los profundos pozos quedan cubiertos por el agua y quienes no son de la zona no alcanzan a dimensionar la profundidad que tienen.
Una de las consecuencias es que cada tanto se escuchan las frenadas y hasta el ruido del impacto que producen los golpes del tren delantero contra el pavimento.
“Hicimos reclamos de todo tipo y los acumulamos con sus respectivos números; ya estamos cansados de ir a la delegación de San Carlos sin que pase nada”, sostuvo un vecino de 50 entre 135 y 136.
La gente que vive en esa zona dijo sentir que están en un barrio olvidado porque cambian las gestiones, pero nunca llegan los adelantos.
“En varios tramos faltan los caños de desagües, entonces cuando llueve el agua sube y desborda hacia la calle o hacia los domicilios mas bajos y los inunda”, contó Alberto, otro vecino de la cuadra que cree que es esencial que el arreglo de calle se complete con obras de desagües.
Según contaron los vecinos, en el último año se profundizaron los problemas y ahora hay partes de la cinta asfáltica que están hundidas y que no alcanzan a nivelar ni arrojando escombros en los pozos.
Una mujer que tiene problemas en las rodillas indicó que cuando llueve tiene temor a caminar por la zona porque el terreno está muy desnivelado. “Tengo fisura de meniscos y cuando me viene a buscar el remis que me lleva al médico, tiene que subir a la vereda de mi vecina porque la calle está tan rota a la altura de mi casa que no puede parar”, contó la mujer.
Otra de las zonas que tiene la calle muy deteriorada, según contaron los vecinos, es 47 y 133.
El paso del micro por la calle 47 ocasionó tantos baches que durante un tiempo circuló por las calles 50 y 52.
“El micro es un servicio muy valioso en la zona, pero para que pueda hacer los recorridos hay que arreglar las calles como corresponde y no con una capita de material que al mes se rompe”, apuntó María Cristina Gilardi, una vecina que vive en esa zona desde hace 40 años.
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