Una población capacitada en técnicas de reanimación haría bajar los casos de muerte súbita

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El lamentable caso de muerte súbita en nuestra ciudad que tuvo como víctima a un conocido profesional reactualizó el tema de esta dolencia tan fatal como reiterada en el país, al punto de que entidades médicas y profesionales lanzaron advertencias y coincidieron en poner de relieve la importancia de los trabajos de reanimación realizados fuera de los centros de salud por personas capacitadas, como fórmula clave para tratar de evitar estos casos. Según señalaron reiteradamente, la práctica inmediata de la reanimación cardiopulmonar aumenta de dos a tres veces la posibilidad de revertir aquel cuadro clínico.

Tal como se reseñó, este episodio ocurrió justamente en momentos en los que se recuerda la Semana de Lucha contra este mal, que provoca unos 40.000 fallecimientos por año en Argentina. Los médicos volvieron a recomendar en estas jornadas el acceso público al uso de desfibriladores y que la población no médica se entrene en técnicas de rehabilitación cardiopulmonar (RCP).

Desde la Fundación Cardiológica Argentina se advirtió que la muerte súbita es un deceso inesperado no traumático ni violento, sin síntomas previos o presentes en la hora anterior al evento, que puede darse en personas que no sabían que tenían una enfermedad o que conocen que tienen una insuficiencia cardíaca pero están en tratamiento y se sienten bien.

Añadieron que aunque está presente en todas las edades, la prevalencia es mayor a medida que aumenta la edad, porque la principal causa es la enfermedad coronaria; entonces aunque tiene más notoriedad cuando el evento sucede en deportistas jóvenes, la realidad es que son los casos menos frecuentes. Se recordó que en los menores de 35 años existen por lo general causas genéticas y congénitas como la cardiopatía hipertrófica, anomalías de las arterias coronarias o alteraciones eléctricas como el síndrome del QT largo, entre otras.

En cuanto a cómo combatir los riesgos, los especialistas indicaron que en el caso de las enfermedades coronarias se reducen con hábitos saludables, como evitar fumar, tener una alimentación rica en frutas y verduras, sin grasas, y realizar ejercicio físico. Cabe señalar que debido a la alta prevalencia de muertes súbitas por fuera del ámbito hospitalario, la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) impulsa desde hace años la existencia de un plan de acceso público al desfrilidor externo automático (DEA), que debería estar presentes con personal entrenado en todos los espacios con mucha concentración de gente.

Si bien debe propenderse a considerar como imprescindible a la prevención -es decir, a la adopción de actitudes conducentes a conocer y mantener un buen estado de salud- es también primordial que en la sociedad existan agentes entrenados para ofrecer una asistencia básica que permitan superar contingencias hasta la llegada del primer apoyo médico. Y ello ya no sólo ante casos de muerte súbita, sino frente a los diversos tipos de emergencias médicas que puedan presentarse.

Siempre se ha insistido, entonces, en la conveniencia de que se divulguen en la población conocimientos básicos de tipo médico, los llamados primeros auxilios que son técnicas con las cuales podrían salvarse muchas vidas. Se trata de adiestrar a personas en las formas debidas para enfrentar y superar estas contingencias, tan frecuentes por otra parte, que se integren luego las redes de defensa civil tan necesarias en la vida social.

Una capacitación de más personas en estas técnicas contribuiría, sin duda, a reducir sustancialmente la posibilidad de que se presenten derivaciones trágicas y permitiría contar con trascendentes recursos de apoyo a quienes, víctimas de algún súbito malestar o de un accidente, se encuentren en esos momentos indefensos e imperiosamente necesitados de auxilio.

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