Hija de liberal, con cuentas en la Justicia

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María Julia Alsogaray, la ingeniera industrial que logró lugares de privilegio en los gobiernos de Carlos Menem y falleció este fin de semana, nunca pudo cumplir su promesa de limpiar el Riachuelo en mil días; afrontó ocho juicios orales; tuvo cuatro condenas; fue a prisión por enriquecimiento ilícito y pasó sus últimos días en libertad condicional, a la espera de un nuevo proceso por un presunto pago irregular a una empresa cuando fue interventora de ENTel.

Hija del histórico dirigente liberal Alvaro Alsogaray y fundador de la Unión del Centro Democrático (Ucede), María Julia siguió los pasos de su padre y tras recibirse como Ingeniera en la Universidad de Buenos Aires incursionó en la política.

En 1985 fue electa como diputada nacional por la Ucede y luego se alineó con la presidencia de Carlos Menem, período en el que ocupó varios cargos públicos. Fue primero interventora de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel) para preparar la privatización de la compañía y la misma función ocupó en la etapa final de la siderúrgica SOMISA, para luego ser nombrada como Secretaria de Medio Ambiente.

Alsogaray también será recordada por la tapa de la revista Noticias en la que insinuaba estar vestida sólo con un tapado de piel que luego se supo, se lo había prestado la actriz Graciela Borges, o por declaraciones que la mostraban alejada de la realidad social en las que revelaba que había viajado una sola vez en colectivo.

Durante los 90, María Julia fue uno de los íconos que mejor simbolizó al menemismo período en el que su patrimonio creció ampliamente hasta alcanzar los 2,5 millones de dólares.

Pero, una vez finalizada la presidencia de Menem debió enfrentar las denuncias judiciales acumuladas por su desempeño como funcionaria convirtiéndose en la más investigada por la Justicia.

 

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