Tres estilos

Los estilos más frecuentes en la decoración navideña se pueden resumir en tres: el clásico, donde rojos y verdes son protagonistas indiscutidos; el nórdico, con la madera y el blanco como principales exponentes; y el glam, con plateados y dorados a la orden del día.

Te proponemos algunos tips para que puedas lograr el que más te guste en tu casa para estas fiestas.

NÓRDICO

Aunque en esta parte del mundo estemos en verano, el estilo nórdico sigue vigente en las fiestas de fin de año por su simpleza y elegancia. Esta decoración se caracteriza por su sencillez y el color blanco. Se inspira mucho en la naturaleza, por eso una gran protagonista es la madera. Roza una línea minimalista en la que con pocos detalles se decora un estancia y donde la iluminación tiene un papel muy importante.

Apostá por adornos hechos con madera, como casitas con luces, copos de nieve para decorar el árbol o la cabeza de reno. El propio arbolito navideño se reinventa y podés optar por uno hecho de moños o sólo luces. Dale un toque de calidez al hogar con una guirnalda de luces de estrellas o unos banderines de tela de arpillera.

CLÁSICO

Los colores por excelencia de la Navidad son el rojo y el verde, muy bien representados en el arbolito. No pueden faltar bolas de estos colores en tu árbol de Navidad. Prepara algún centro de mesa con velas rojas y algunas ramitas de pino. Ahora, también está muy de moda el eucalipto. Un moño rojo, una corona con piñas, medias divertidas para la pared, los clásicos bastones de caramelo.... Tampoco te olvides de poner algún textil de Navidad, como almohadones o manteles alusivos.

GLAM

Ese estilo que evoca lujo y gusto por la decoración se conoce como glam. Adornos con brillo, textiles metalizados y muebles llenos de glamour. Los colores oro y plata son los protagonistas e, incluso, pueden combinarse entre sí. En la mesa, copas y cubiertos llaman la atención. También lámparas y candelabros. Luces pequeñas blancas, moños color oro, textiles con ribetes con brillos. Todo muy paquete.