¿Hará agua?: DC busca salvarse del naufragio con “Aquaman”

“Aquaman”, la cinta sobre el Príncipe de Atlantis que se estrena este jueves, puede ser todo lo que el problemático universo cinematográfico de DC necesita. ¿Cómo? Ignorándolo absolutamente.

Es que el universo creado por DC, en alianza con Warner, llegó tarde a la fiesta, apresuró sus lanzamientos intentando llegar en dos años al mismo estado que su competidor, Marvel, saturó a sus fans con sus historias complejísimas y contradictorias y sus giros ridículos (¡Martha!) que intentaban hacer demasiado en muy poco tiempo, y, para colmo, está alcanzando su lustro de vida en una época donde la crece la sospecha de que los universos cinematográficos no serán tanto la futura forma de la industria cinematográfica como una fase, una moda.

Cuando nació la idea de crear un universo interconectado de héroes de DC, a la luz del éxito del mundo Marvel, los universos cinematográficos parecían, ciertamente, el futuro. Película a película, las sagas ganaban en fidelidad: las audiencias se comprometían con esos personajes y sus travesías y luchas de dos o tres películas, y se podía crear enorme expectativa en torno a reuniones o confrontaciones. Las salas se llenaron, justo cuando, otra vez, todos decían que se iban a vaciar.

Entonces, todos copiaron la fórmula. Hasta se lanzó un universo interconectado de monstruos de Universal, que no tardó en morir. Y de repente, el público comenzó a agotarse de un tipo de película, conducido por la acción y que obligaba a visionar dos o tres películas antes de ir al cine.

Hasta “Star Wars” sufrió con sus spin offs, y ya decidió frenar algunos sus futuros lanzamientos, achicar las inversiones y alargar los plazos entre estreno y estreno. Hasta Marvel se pregunta si, tras el “retiro” de varias de sus estrellas en “Avengers 4”, el público volverá a estar dispuesto a entregarse emocionalmente (y económicamente) a una nueva camada de superhéroes.

Y si Marvel y “Star Wars” tienen problemas, imaginen qué ocurrirá en DC, tras varias películas fallidas para la crítica, y que cuentan cada vez con menos público (aunque no dejan de ser taquilleras), el principal problema para cintas que realizan gigantescas erogaciones entre producción y promoción, que superan a veces los 500 millones de dólares.

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El precio

El pánico ya cundió en DC: tras “Liga de la Justicia”, que tenía que ser la “Avengers” del estudio y fue tan atacada como “Batman v Superman”, Batman ya no es Batman y Superman ya no es Superman (los dos actores, Ben Affleck y Henry Cavill se bajaron del futuro del universo). Hubo cambio de nombres detrás de escena y la primera medida fue recortar drásticamente la lista de futuros estrenos del universo. El recorte responde no tanto a un ahorro, sino a un cambio de estrategia: el estudio se enfocará a partir de ahora en cintas independientes, ligadas solo tenuemente al resto.

La fórmula Maravilla

Es lo que algunos ya llaman “la fórmula Maravilla”: la película de mejor performance crítica para el estudio fue “Mujer Maravilla”, que apenas hacía mención al universo unificado de héroes, y “Aquaman” buscará imitar lo que convirtió a aquel filme en un éxito.

La película sobre el Príncipe de Atlantis buscará un tono más liviano y burbujeante que las cintas del estudio con Superman o Batman, y por lo tanto tendrá una paleta de colores (visuales y emocionales) menos depresiva y más divertida. Colaborará con ello el hecho de que, como “Mujer Maravilla”, tiene lugar en un mundo paradisíaco: esta vez, bajo el agua, lo cual le da a Warner la chance de construir un impactante mundo subacuático, diferente a todo lo visto.

La película sobre el Príncipe de Atlantis buscará un tono burbujeante y liviano

Y como la “Mujer Maravilla” de Gal Gadot, “Aquaman” se erigirá sobre un protagonista carismático y muy bonito: Jason Momoa, el carismático y espectacular Khal Drogo de “Game of Thrones”, pasará buena parte del filme sin su remera puesta.

Los nuevos ejecutivos prometen además inmiscuirse menos en el proceso creativo que en pasadas ocasiones, donde los directores chocaron con los estudios y terminaron volviendo a filmar decenas de escenas, tiempo después y con otra dirección, creando unos extraños híbridos tonales y también confusiones narrativas.

Esta vez, la apuesta es por una visión más personal (como la de Patty Jenkins en “Mujer Maravilla”): James Wan, el de “Rápidos y furiosos 7” y la saga de “El juego del miedo”, es el hombre detrás de cámara, y promete ante todo vértigo y diversión para consumir con pochoclos y amigos.

Y aunque “Aquaman” es uno de los miembros de la Liga de la Justicia, toda esa trama será ignorada. Quizás por eso, en una reciente Comic Con en Estados Unidos, presentaron las novedades de la marca ya no bajo el nombre de Universo Extendido de DC, sino el de “Mundos de DC”: mundos suena notablemente menos “interconectado” que universo...

El volantazo en este sentido es claro: entre los próximos “planetas” del mundo DC ya no están nuevas entregas de la Liga de la Justicia, y poco se sabe del futuro de Batman y Superman, pero sí están confirmadas la primera comedia del estudio conocido por su oscuridad, “Shazam!”, un bienvenido cambio de tono; la secuela de “Mujer Maravilla”; una película sobre Harley Quinn; y varias sobre el Guasón, que serán lanzadas en el mismo año aunque contarán con diferentes actores e historias (porque nunca puede ser todo coherente en DC): películas alrededor de personajes populares que se concentren en contar una historia por vez, y no diez historias en una. “Aquaman” será la piedra fundamental de esta nueva estrategia, un superhéroe ideal para zambullirse en el fondo del mar en el que se encuentra el universo y salvarlo del naufragio.