La perla de Bohemia

Al sur de la maravillosa Praga, capital de la República Checa, escondida en el corazón de Europa y a pocos kilómetros de Austria y Alemania, se encuentra la bella ciudad de Cesky Krumlov.

Edición Impresa

Cruzada por el río Moldova, Cesky Krumlov es una localidad que está integrada en el listado de ciudades Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1992.

Con tan solo 14.000 habitantes es una urbe “de cuento de hadas” en la que destacan su imponente castillo y su teatro barroco, que es único en el mundo, y que está salpicada de casitas de colores y rodeada de verdes praderas.

Aunque no es una ciudad escondida, y para ello nada más ver diariamente a los cientos de turistas orientales, especialmente chinos y japoneses que suelen poblar sus calles, Cesky Krumlov está lejos de sufrir los problemas que padece Praga en temporada alta, cuando ingentes grupos de visitantes llegan a colapsar puentes y monumentos.

Es una población a la que es muy fácil acceder bien por carretera, en autobús o tren. Desde Praga se llega en cualquiera de estos transportes en aproximadamente dos horas y media y, una vez allí, olvídese de todo y disfrute de la villa caminando e integrándose en un recinto medieval, cuyo núcleo se mantiene intacto “por espacio de más de cinco siglos”, según cuentan a Efe desde la Oficina de Turismo de Cesky Krumlov .

Perderse por sus callejas, angostas muchas de ellas, es un placer que sorprende, al volver una esquina, con elementos arquitectónicos de estilo gótico, renacentista o barroco.

Perderse por sus callejas, angostas muchas de ellas, es un placer que sorprende, al volver una esquina, con elementos arquitectónicos de estilo gótico, renacentista o barroco

 

Pero, no obstante, el mayor protagonismo recae sobre su castillo, del siglo XIII, y ubicado en el epicentro del municipio y en torno al cual fue creciendo la población en el transcurrir de los tiempos.

IMPREGNACIÓN MEDIEVAL Y LIBROS EN ESPAÑOL

La urbe conserva cierto toque feudal y refleja todavía hoy haber sido sede de familias nobles y poderosas que jugaron un papel crucial en la historia de la región.

La Casa de Austria, el nombre con el que se conoce a la dinastía Habsburgo que tanto protagonismo tuvo en los siglos XVI y XVII; los Rosenberg; los Eggenberg y los Schwarzenberg, son algunas familias que controlaron la urbe en diferentes épocas y cuyo rastro, por escudos, casas palaciegas y nombres de calles, aún permanece vivo.

La urbe conserva cierto toque feudal y refleja todavía hoy haber sido sede de familias nobles y poderosas que jugaron un papel crucial en la historia de la región de Bohemia

 

Si queremos conocer algunos de sus tesoros es imprescindible visitar el museo del castillo, que recoge cientos de artículos antiguos: desde sables hasta armaduras, pasando por platos, vasijas, tapices, monedas, utensilios religiosos.

Desde la Oficina de Turismo también informan que poseen un audiovisual en el que se proyectan, en blanco y negro, imágenes de cómo era esta ciudad en el siglo XIX y primeros años del siglo XX.

Otro de los grandes atractivos de este enclave checo es su teatro barroco, también ubicado en el interior de la fortaleza, y que es una auténtica joya creada en 1680, pero renovado en 1766. Considerado como una rareza europea, cuenta con una biblioteca palaciega que alberga en su interior obras de la literatura española, entre ellas comedias de Félix Lope de Vega y obras dramáticas de Pedro Calderón de la Barca.

CULTURA COMIDA Y … CERVEZA

Como no sólo de cultura e historia vive el hombre, mención aparte merece la riqueza gastronómica de la zona, con una especialidad que sobresale del menú: el llamado festín bohemio. En él se incluye carne de cerdo, patatas y jamón, entre otros ingredientes escogidos para hacer honor al nombre que recibe el plato.

Con tan solo 14.000 habitantes es una urbe “de cuento de hadas” en la que destacan su imponente castillo y su teatro barroco, que es único en el mundo

 

La cerveza, como ocurre en general en la República Checa, es la bebida típica de esta ciudad y su pasado nobiliario ha quedado marcado con la fábrica Eggenberg, cuyas instalaciones pueden ser visitadas y su cerveza consumida.

En general también tiene un rico ambiente cultural que llega a su máxima expresión entre julio y agosto, donde celebran los naturales de la capital de la región de la rosa de cinco pétalos su festival internacional de música.

Para concluir indicar que sus poco más de veintidós kilómetros cuadrados pueden recorrerse en el mismo día, aunque existe la opción de alojarse una noche en el municipio para poder contemplar sus maravillosas vistas nocturnas.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE