Video: más comercios afectados por la ola imparable de vandalismo en la Ciudad
Edición Impresa | 5 de Marzo de 2018 | 04:11

Sin freno, sin límites, sin respuestas. Así están los delincuentes, por un lado, y muchos comerciantes del Centro de la Ciudad, por el otro, quienes en silencio -y sin posibilidad de encontrar una salida a esta compleja - asisten al triste espectáculo de sus locales destrozados por grupos de vándalos, que eligen las madrugadas para moverse sin temor a ser descubiertos y, sin lo son, saber que en pocas horas están otra vez en libertad.
Ayer hubo nuevas expresiones de este fenómeno de violencia urbana, que por otra parte ya resulta indisimulable para los responsables del área de Seguridad y de la Justicia.
Se trata de un local de ropas situado en la calle 12 entre 55 y 56 y una peluquería de 9 entre 45 y 46.
En el primer caso, autores desconocidos hicieron estallar el vidrio de la puerta de acceso, aunque en principio no habrían sacado nada de valor, y en el segundo hicieron volar el cristal de un acceso lateral, también sin llevarse objetos de su interior.
Todos creen que hay menores de edad detrás de este flagelo y como prueba se puede aportar la enorme cantidad de detenidos que hubo en eventos de estas características.
El problema es que no hay soluciones y que los comerciantes ya no saben cómo ingeniárselas para dotar a sus negocios de mayor protección. Tampoco encuentran una salida para minimizar tantas pérdidas.
Probaron con rejas, persianas metálicas, blíndex, alarmas sonoras, cámaras de monitoreo y la contratación de seguros contra todo riesgo. Pero no alcanza.
EL DIA viene informando sobre cada caso y se puede apreciar que hubo una reiteración en los centros comerciales de calle 7, 8, 12 y 13. Pero también en puntos más alejados como el camino Centenario.
Hace pocos días, este diario anunció que un grupo de menores había protagonizado varios ataques.
El impactante raid incluyó hasta un banco, donde hicieron un boquete en la zona de cajeros y al teatro Coliseo Podestá, con un ataque a patadas en la puerta principal.
En todos los casos, hubo vandalismo contra los accesos y en algunos casos, una rápida incursión hasta la caja para sustraer los billetes que suelen quedar como base de cambio para la jornada siguiente. Esta modalidad tiene varios antecedentes cercanos en las últimas semanas.
Según información oficial, todo ocurrió entre la 1 y las 4 de la mañana.
Una fuente de la fuerza indicó que un chico de 16 años fue interceptado en inmediaciones de la casa de artículos de ortopedia situada en 7 entre 41 y 42, a minutos de que un vecino denunciara a través del 911 una situación de robo en el negocio.
Cuando llegó una patrulla, tres varones jóvenes, escapaban y la Policía logró detener a uno, quien fue trasladado a la comisaría segunda.
Tras identificarlo y establecer su condición de menor fue trasladado a su casa y entregado a los padres.
“Son todos chicos, un grupito que viene del barrio El Mercadito a hacer lío al Centro”, apuntó el investigador. Desde el área de Niñez y Adolescencia de la Comuna, que interviene en operativos que involucran a menores, se indicó no tener información sobre esos hechos.
El personal de la guardia edilicia en el Teatro Coliseo Podestá escuchó golpes en la puerta principal. En forma paralela el personal que visualiza las cámaras del sistema de monitoreo público de la Comuna, al que están conectadas las del Teatro, advirtió que eran adolescentes intentando vencer la cerradura, pero ante la reacción de la custodia, huyeron.
En esas horas también se registró el ataque a la sucursal del Banco Santander Río, situado a menos de cien metros del teatro, sobre 47 y Diagonal 74. Se presume que el mismo grupo generó un boquete en una pared de yeso que comunica la zona de cajeros automáticos con las oficinas de la sucursal. A raíz de los movimientos se activó la alarma y de inmediato, a través de las cámaras de seguridad, el personal de vigilancia divisó a dos personas, en apariencia menores, mientras ocasionaban daños dentro del edificio. Según la Policía, ante el alerta, escaparon.
Un agujero similar, también en la zona de cajeros, dejó un grupo de adolescentes, hace 10 días, en la sucursal del HSBC situada en 47, 7 y 8. El grupo estuvo pocos minutos en el banco. Para entrar rompieron una pared y en la zona de oficinas generaron desorden.
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