Moscú, con todos sus encantos, se prepara para convertirse en la capital mundial del fútbol

Entre el Kremlin, la Plaza Roja y los modernos rascacielos la principal ciudad rusa muestra sus contrastes y esconde secretos que todo turista está obligado de develar

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MOSCÚ

Por FRIEDEMANN KOHLE
DPA

- ¿Por primera vez en Moscú? Entonces el recorrido de la capital rusa debe comenzar en la Plaza Roja. El corazón de Moscú es tan grande como diez campos de fútbol. Su nombre no tiene nada que ver con los muros del Kremlin o el pasado comunista. En ruso, Krasnaya Ploshchad significa tanto “Plaza Roja” como “Plaza Bonita”.

Desde hace siglos, el Kremlin es el centro del poder en Rusia. Sobre su muralla se alza la Torre Spassky con el reloj que indica la hora en el país más grande del mundo. Desde fuera también se puede ver el palacio del Senado con la cúpula plana y la bandera blanca-azul-roja de Rusia.

En la Plaza Roja, los turistas hacen cola para ver en el mausoleo el cadáver del líder revolucionario soviético Lenin, fallecido en 1924.

Desde hace poco, a la Plaza Roja se ha juntado el parque futurista Zariadie, y sobre el río Moscova hay un bonito mirador. Esta es la imagen que Moscú ofrece a quienes acudan al Mundial de fútbol: vieja y moderna, extravagante y discreta, bonita y fea, aspectos que se unen para crear una metrópoli llena de contrastes pero viviente.

La gigantesca ciudad con sus 12,5 millones de habitantes ha ganado en calidad de vida y urbanidad en los últimos años. Y ningún turista tiene que perderse por no saber ruso: en muchos lugares hay indicadores de camino con el inglés como segunda lengua.

Aunque Moscú es una ciudad grande, las atracciones turísticas están todas en el centro. Muchos lugares de interés se encuentran a poca distancia andando desde el Kremlin, tales como la calle comercial Tverskaya, el Teatro Bolshoi y la plaza Pushkin. Otro paseo podría comenzar en el puente de los Patriarcos. Desde la catedral de Cristo Salvador, el puente peatonal cruza el Moscova.

La enorme iglesia blanca es una réplica, resultado de una historia movida. En 1931, el dictador soviético Josef Stalin mandó dinamitar la iglesia original. En su lugar quería edificar una torre gigantesca, el Palacio de los Soviets. Sin embargo, la construcción no llegó más allá de los cimientos. Después de la Segunda Guerra Mundial, la zanja se convirtió en una piscina al aire libre en el centro de Moscú que está abierta durante todo el año. Sin embargo, cuando Rusia se acordó de sus raíces ortodoxas después de la desaparición de la Unión Soviética, la catedral de Cristo Salvador se reconstruyó entre 1995 y 2000.

El colosal edificio de hormigón de la nueva galería Tretiakov no es ninguna belleza. La parte antigua del museo está escondida en el barrio de Samoskvorechie (al otro lado del Moscova) y muestra los iconos más bonitos.

En la parte nueva del museo se exhibe el arte soviético del siglo XX.

Un par de pasos más adelante comienza el parque Gorki. Desde hace algunos años es uno de los lugares de moda en Moscú, con un mobiliario urbano de buen gusto, bonitos cafés, restaurantes, el elegante Museo Garage para arte moderno y áreas donde pueden desahogarse los skaters y ciclistas.

Allí se puede alquilar una bicicleta explorar la orilla boscosa del Moscova y volver atravesando el parque deportivo Lushniki con su gran estadio. Durante el Mundial de fútbol se disputarán en ese estadio entre la inauguración y la final siete partidos. Dependiendo de los puentes que uno elija, la vuelta tiene un recorrido de hasta 16 km.

El parque Gorki se transformó en el lugar de moda de la ciudad

 

La vista panorámica más bonita la ofrece el mirador en la colina de los Gorriones frente a la universidad. Abajo se puede ver el estadio Lushniki y en el horizonte resplandecen las cúpulas de las iglesias del Kremlin. Durante el Mundial se instalará en esta colina la zona para la hinchada, comunicada con el estadio mediante un nuevo teleférico. Quien quiera subir aún más debería visitar la torre de telecomunicaciones Ostankino o el nuevo barrio de rascacielos Moskwa-City, que de cualquier manera merece la pena visitar.

Un lugar más tranquilo es el barrio de Kitai-Gorod, al este del Kremlin, donde se puede tener una idea del Moscú del pasado, con patios acogedores y pequeñas iglesias. Los alrededores de la estación de metro Chistiye Prudy son un punto de encuentro de la vida nocturna.

Por la noche, Moscú ofrece teatros, conciertos, discotecas y clubes y la ciudad tiene una cara diferente. Luces multicolores revelan nuevos aspectos en muchos edificios. En medio de la oscuridad, la capital rusa se convierte en una belleza nocturna.

 

Rublo
La moneda de Rusia es el rublo. Un euro equivale a unos 75 rublos y un dólar a unos 63 rublos.Con una tarjeta bancaria se puede sacar sin problema dinero en los cajeros automáticos.

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