No era broma: Guido y Tomasito se casaron en medio de un escándalo digno de “Zap”
Edición Impresa | 15 de Mayo de 2018 | 04:35

Apadrinados por Pía Shaw y Chiche Gelblung, y sin la presencia de familiares directos, Guido Süller (57) y Marcos Tomás Loyola -popularmente conocido como Tomasito- (30) dieron ayer el “sí, quiero” en un registro civil de Escobar, que se vio envuelto en un escándalo, digno del inolvidable programa “Zap”, cuando un intruso intentó torcer la voluntad de los tórtolos.
Rodeados de movileros y de varios curiosos, los mediáticos cumplieron la promesa de la que muchos dudaban. Según aseguraron ellos mismos, decidieron casarse para que el joven se transforme en heredero natural de su marido, tras ver frustrado el intento de adopción que Süller quiso hacer sobre Loyola. Vale recordar que la explosión mediática de estas dos carismáticas criaturas de la farándula local fue en 2000, cuando el joven irrumpió en los medios diciendo que era su hijo biológico. A pesar de que el ADN lo negó, comenzaron a explotar el vínculo de padre e hijo del corazón, aunque en el medio hubo intentos de relación frustrada, polémicas y abandonos.
“Pasaron todas pero finalmente reinó la paz, el amor. Está buenísimo que se hayan elegido, cada uno por sus historias personales han sido hombres muy solos en la vida y siempre estuvieron ahí para acompañarse en los buenos y malos momentos”, expresó la periodista Pía Shaw, madrina de la ceremonia.
“Voy a rescatar simplemente que son dos chicos buenos y macanudos. Y cuando surgió la fantasía de que eran padre e hijo algo los unió y hoy se sigue con eso. No sé si va a ser un matrimonio con sexo o sin sexo pero sé que hay afecto sincero y sé que lo están haciendo desde el corazón”, agregó Chiche, padrino de la unión.
El casamiento fue a la altura de las circunstancias porque hubo mucha acción.
Antes de comenzara la ceremonia, un hombre, vestido con un traje rosado y anteojos de sol, se presentó en el recinto con intenciones de impedir la unión.
El señor en cuestión dijo llamarse Sebastián Capovila, y aseguraba tener “pruebas” de supuestas infidelidades de Tomasito, y dijo que estaba ahí “para hacerle un favor a Guido”.
De todos modos, el hermano de Silvia Süller le restó importancia. “No me importa. Todos tenemos un pasado. Yo también tengo fotos en bolas. Rajá de acá”, le tiró al intruso, y pidió que lo saquen del lugar.
Claro que el acusado no evitó contestaciones. “Es un idiota, no lo conozco de ningún lado. Si tiene fotos mías que las muestre, yo era soltero”, aseguró. Tras varios minutos de alboroto, finalmente el sujeto se retiró y los tórtolos se encaminaron a cumplir con su cometido.
Claro que antes tuvieron que sortear un pequeño inconveniente: Guido estuvo al borde del desmayo porque hacía mucho calor en la sala y pidió que prendan el aire acondicionado. Pero, como sucede siempre, no encontraban el control. Pasaron varios minutos hasta que dieron con el aparatito y fue Chiche el encargado de regular la temperatura.
Finalmente, cerca de las doce del mediodía, Guido y Tomasito se comprometieron oficialmente, y hasta lloraron de emoción. Hubo abrazos, besos y mucho amor.
Todo era color de rosas pero cuando la jueza se tomó unos minutos para chequear que todos los datos estuvieran en orden en el acta, reapareció el sujeto y comenzó otra vez a los gritos. De todos modos, la jueza lo mandó a sacar con seguridad y todo terminó bien para los flamante marido y marido.
Antes de la boda, Guido se refirió a la sonada ausencia de Silvia Süller en el registro civil, y lo atribuyó a intereses económicos.
“Ella está hecha una furia porque ahora no va a recibir mi herencia, como ahora me caso, la herencia va a ser para Tomasito, pero igual todavía no me pienso morir. Me encantaría que Silvia esté acá. Yo la quiero”, dijo el arquitecto y ex jefe de a bordo de Aerolíneas Argentinas.
Ella, por su parte, consultada por la prensa, manifestó que no asistió a la boda porque “es un casamiento por conveniencia, dinero y fama”.
De todos modos, la ausencia de sus familiares -de parte de Tomasito tampoco había allegados- no impidieron los deseos de festejar de los tórtolos, quienes, junto a amigos y periodistas se fueron a almorzar y brindar al restaurante Rodizio.
Un hombre, vestido con un traje rosado, se presentó con intenciones de impedir la unión
“Ella (Silvia) está hecha una furia porque ahora no va a recibir mi herencia, la herencia va a ser para Tomasito” Guido Süller,
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