La instructora que se puso de moda

Son muchos a los que les encantaría practicar yoga pero por una cuestión de tiempos y obligaciones nunca se hacen el rato para poder hacerlo. A todos ellos parecería estar dedicado el revolucionario método de Xuan-Lan, autora de “Mi diario de yoga”, una guía con 28 días de ejercicios físicos, de respiración y meditaciones. “No inventé nada nuevo”, dice Xuan, pero lo cierto es que, luego de 18 años de practicarlo como alumna, se formó como profesora para conocer “el background teórico” y dar el salto para poder convertirse en una difusora de esta práctica. “Hacia el final del profesorado nos pidieron que diéramos clases ad honorem -cuenta ella-, así que alquilé un espacio en mi lugar de trabajo para darles clases a mis compañeros, y el feedback era tan bueno que el grupo iba creciendo. Empecé a pensar: ‘¡Algo estoy haciendo bien!’. Tiempo después hice una experiencia de coaching para evolucionar a nivel profesional, y mi coach me preguntó si no me interesaba meterme más de lleno en el yoga, a lo que le dije rotundamente que no, que quería un trabajo ‘normal’, estable y cómodo, a pesar del estrés. Él me dijo que lo pensara. En un momento empecé a sentir una gran falta de motivación en mi trabajo, mientras que esa idea que me había plantado mi tutor florecía rápidamente”. Xuan vivió durante unos años en Nueva York hasta establecerse en Barcelona, donde reside actualmente junto a su esposo hace 18 años. Con el apoyo de su marido y toda la adrenalina que significa cambiar rotundamente de trabajo, comenzó a ser maestra de yoga y a darle forma a lo que hoy expresa en su libro y en las redes sociales: una manera diferente de practicar esta disciplina. “Gracias a mi experiencia en el sector corporativo sé exactamente lo que necesitan las personas que trabajan en ese ámbito: conectar con uno mismo y con el Universo y no siempre con el celular”, sentencia Xuan y es, sin dudas, uno de los principales desafíos. “Organicé una metodología para quienes no cuentan con tanto tiempo o que no tienen un centro de yoga cerca, para que puedan practicarlo en sus casas sin hacerse daño, entendiendo la esencia del yoga. Sentirse bien después de hacerlo es lo que tiene que llevar a una persona a poner en práctica todo esto. Todos buscamos comer bien, respirar bien, dormir bien, tener una buena pareja, una vida equilibrada y siempre cuesta encontrar esta armonía: el yoga aporta una parte importante de estos ingredientes”. La propuesta, pensada para todas las edades con consejos y aclaraciones para quienes tienen algún tipo de dificultad física, se enmarca dentro de lo que se conoce como “yoga tradicional” y apunta a mantener la tradición de la práctica. “Si bien hay muchos inventos últimamente que son divertidos -opina Xuan-, creo que no se debe perder la esencia del yoga, que es un camino espiritual, como parte de una disciplina holística”