Del Potro supo convertir la crisis en oportunidades

En la final del US Open tuvo a un Djokovic inspirado, pero el hecho de haber perdido no le quita méritos a lo que hizo durante el torneo

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Ignacio Andrada (*)

ignacioandrada@hotmail.com

La adversidad, los golpes de la vida o los problemas que, inevitablemente, nos encontramos tarde o temprano, no necesariamente tienen que ser algo negativo, sino que podemos usarlos como aliados en nuestro desarrollo personal y profesional.

Este parece ser el caso de Juan Martín Del Potro que tras someterse a cuatro operaciones de muñeca, la ultima en junio de 2015, no para de asombrar a propios y extraños.

Ante la adversidad se fortaleció. Convirtió la crisis en oportunidades, beneficio que proclama la cultura oriental, Delpo hace yoga diariamente. Esta práctica le dio sin dudas el temple necesario para sobrellevar los momentos de presión dentro y fuera de la cancha.

En los puntos importantes del partido se lo nota tranquilo, cuando más aprieta el resultado mejor reacciona, pero en la final del Abierto de Estados Unidos se encontró con un Djokovic inspirado y en su máxima expresión tenística.

Al no poder golpear el revés con normalidad se vio obligado a mejorar el slice o revés cortado. Trabajó incansablemente este golpe que se ejecuta con una sola mano y hasta se lo ha visto partidos enteros jugando solo con este recurso que, hasta hace no mucho tiempo, se había dejado de usar pero hoy volvió a ser un arma muy importante para neutralizar los embates del rival al dejar el pique de la bola cerca del suelo.

Con el revés a dos manos, al no poder bajar la cara de la raqueta en el back swing, se vio obligado a golpearlo más plano, eso lo condiciona para tirar el revés paralelo a la línea.

¿ Si no se hubiese lesionado, tendría ese latigazo de derecha?

Sin dudas que no. Tuvo que mejorar drásticamente su drive. Tácticamente le empezaron a jugar todo sobre el revés y las pocas veces que tenía la oportunidad de usar la derecha. Esta tenía que ser muy desequilibrante para evitar que la bola vuelva de su lado. Con una empuñadura poco convencional, muy abierta, y con grandes palancas, gracias a su altura, se convirtió en el mejor drive del circuito.

Físicamente siguió trabajando muy duro y logró tener un estado digno de los mejores jugadores del mundo.

La adversidad, los golpes de la vida y las lesiones no fueron suficientes para vencer a un Juan Martín Del Potro, que más vigente que nunca supo cambiar para ganar pese que ayer le tocó perder frente a un enorme campeón: Novak Djokovic inteligente y preciso dentro de la cancha.

(*) Ex tenista platense y actual entrenador de El Pasillo Tennis Club

 

 

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