Fundamental para llevar una vida plena
Edición Impresa | 17 de Septiembre de 2018 | 02:05

VERÓNICA SARTORI*
El sueño es un estado fisiológico, una función vital imprescindible para la cual el ser humano dedica un tercio de su vida, es un estado activo en el que ocurre una serie de eventos necesarios para que se pueda mantener un equilibrio tanto físico como psíquico o mental. Según estudios realizados por investigadores del CONICET, se duerme entre 1 a 2 horas menos que hace 50 años. Según esa investigación, el 14,8% de los argentinos duerme menos de 6 horas por día, en tanto que el 14,22% reportó dormir mal y el 22%, padecer somnolencia. Muchos factores externos llevan a que cada día dediquemos menos horas a dormir y más a las actividades, principalmente, laborales, educativas y sociales/recreativas. Cada vez se está más sometido a estrés y a más estímulos que conducen a que se duerma poco y mal. Cuanto menos se duerme, más estresan las diferentes actividades y, cuanto más estrés se tiene, menos se duerme, conformando un círculo vicioso difícil de salir y que se traduce en una mala calidad de vida. Si al estrés se le suma la tecnología, el sueño se ve más afectado aún. Lo ideal es ir a dormir todos los días a la misma hora o semejante, no mirar televisión ni usar dispositivos en la cama, no ingerir comidas pesadas ni abundantes en la cena, dejar pasar al menos 2 horas después de la cena para ir a dormir, dormir en un lugar cálido con la luz apagada y, al menos, 7-8 horas.
(*) Médica otorrinolaringóloga, especialista en roncopatía y apneas de sueño.
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