Los Pumas, obligados a reinventarse

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Cuando salió el sorteo del Mundial 2019 y se vio que en Japón Los Pumas tendrían en la misma zona a Francia e Inglaterra, se sabía de antemano que le margen de error sería poco o directamente nada. Por eso, ahora que está consumada la eliminación, la sensación por el regreso a casa, tras solamente haber disputado la ronda clasificatoria, es de frustración y solamente se puede remitir a una frase del wing puma Matías Moroni en la zona mixta tras el triunfo ante Estados Unidos: “Sentimos impotencia, bronca, tristeza. Jugamos un Mundial malo. Nos vamos frustrados, con la sensación de haber fracasado en lo que nos propusimos hacer… Teníamos equipo para mucho más”, palabras más o menos, esa es la sensación general de todos los que están relacionados de alguna forma con el seleccionado nacional de rugby.

Si hasta el propio Mario Ledesma, bajó mil cambios y hablo de una profunda autocrítica. Y claramente esa será la piedra basal de la reconstrucción del equipo. Sin medias tintas y a fondo. Los Pumas ya saben de que se trata el proceso de hacerla. Ahora llegará el tiempo de descansar mente, cuerpo y alma, para unos jugadores que llegaron a la tierra del Sol Naciente con muchas ganas pero sin la claridad necesaria para disputar mano a mano, encuentros del máximo nivel rugbístico a nivel mundial.

El seleccionado llegará este viernes a nuestro país (dejó Japón en tres vuelos distintos) y lo primero que deberá hacer es desconcentrarse, descansar y apretar el botón de resetearse. Ni más ni menos. Porque los primeros días de enero, arrancará la pretemporada de Jaguares y los players deberán volver a entrenarse bajo el paraguas protector de Gonzalo Quesada y todo su bagaje pedagógico y profesional. El mundial de Japón ya será un recuerdo no grato y solamente quedará en los registros como un mal paso del seleccionado. El mismo que desde 2007 a la fecha, había acostumbrado al hincha puma a emocionarse con victorias épicas y a asegurar que cada vez que el seleccionado, saltara a una cancha, devolvería y con creces todo lo que se esperaba de él.

Quedarán entre el campeonato que acaba de terminar y Saint Denis (Francia), unos 40 partidos de Los Pumas. Algo que así de movida suena a muchísimo. Pero Argentina sabe para volver a los primeros planos deberá tener esto como algo muy, pero muy importante en su decálogo y solo deberá pensar de qué forma, transforma este dolor que se lleva de tierras niponas, en energía pura y luminosa. La misma que necesitará de ahora en adelante, para reverdecer lo que alguna vez se sintió a pleno. Ese será el gran desafío del rugby argentino, lo que no es poca cosa.

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