¿Qué puedo hacer cotidianamente para contrarrestar el cambio climático?
Edición Impresa | 1 de Diciembre de 2019 | 02:37

Horacio de Belaustegui
Pte. Fundación Biosfera
Se piensa que una golondrina hace el verano; se sabe que no es así y con las cuestiones que tienen que ver con el ambiente ocurre lo mismo. El cambio climático es el resultado de la suma de acciones puntuales negativas que se realizan alrededor del planeta, que desembocan en un aumento en las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, siendo el más importante de éstos el dióxido de carbono. Hoy en día, en promedio, tenemos una concentración de 415 partículas por millón de estos gases de efecto invernadero cuando lo ideal es 350 ppm.
Las emisiones están relacionadas mayoritariamente por el consumo de energía en la actividad humana que usa como base al petróleo, por ende cuanto menos gastemos y seamos más eficientes en su uso contribuiremos a disminuir esta concentración.
No es muy difícil en este sentido darse cuenta qué hacer: por ejemplo, tener más a mano la bicicleta, utilizar el transporte público y compartir el auto para llevar niños a la escuela o para ir al trabajo; conocer y tener claras las normas para la utilización de los electrodomésticos evitando el consumo de energía fantasma en los displays y circuitos primarios; administrarse en el consumo realizando las compras necesarias. Otras medidas posibles son construir o elegir las casas con mejores aislantes de manera de utilizar la menor cantidad de energía para climatizarlas. En lo posible, separar los residuos hogareños compostando la fracción orgánica y discriminando las restantes para su mejor ruta de reciclaje, entre otras.
Pero la realidad es que, si bien todos aportamos para densificar estos gases de efecto invernadero, la responsabilidad es diferenciada. El estado tiene mayor responsabilidad, los funcionarios se presentan para gobernar y cobran. El ciudadano de a pie no sabe y no tiene por qué saber si no se le informa y educa. Aquí observamos que el abordaje es transectorial. Aquí se suman las aéreas productivas y de servicio, de la industria, las universidades, escuelas, colegios técnicos y profesionales, entidades bancarias.
Debemos recordar que en el sistema democrático tenemos normas que observar y cumplir sobre adaptación y mitigación en cambio climático. Así también la generación e implementación de Políticas Ambientales en cambio climático de la Nación, Provincias y Municipios orientan y guían integrando a nuestros ciudadanos y comunidad. De esta manera sí podemos tener acciones concretas, medibles y planes de resiliencia para acciones del cambio climático con resultados mensurables y creíbles que nos permitan contrarrestar, a nuestra escala, esta problemática global que está desbordada.
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