Asumió Kicillof y afirmó que la caja de la Provincia no alcanza para 30 días

Axel Kicillof asumió ayer como gobernador de la Provincia con un discurso en el que no ahorró críticas a la herencia que le dejará María Eugenia Vidal. Y en ese contexto graficó que los 25 mil millones de pesos que le dejó la administración de Cambiemos en la caja, no alcanzan para pagar las obligaciones con empleados y acreedores, que estimó en cerca de 40 mil millones para los próximos 30 días.

“La Provincia está en emergencia”, redondeó. La Asamblea Legislativa contó con la presencia del presidente Alberto Fernández y de la vice Cristina Kirchner, que se quedaron para la toma del mando pero no para escuchar el discurso del nuevo mandatario que se extendió por poco más de una hora.

En ese contexto, Kicillof habló de “recuperar derechos perdidos”, adelantó que buscará declarar la emergencia que tendrá que ser aprobada por la Legislatura y que suspenderá los aumentos tarifarios eléctricos (ver pág 4). Además, dijo que publicará en los próximos días los datos duros sobre la situación bonaerense.

Kicillof llegó 10.30 a la Legislatura acompañado por su mujer, Soledad Quereilhac, y sus dos hijos, León y Andrés. En primera instancia a la vicegobernadora Verónica Magario le tomó juramento la gobernadora por un día Teresa García. Magario, en tanto, se encargó de ungir a Kicillof.

Dentro de una marcado respeto institucional, Vidal entregó los atributos del mando al nuevo mandatario y se retiró junto a Daniel Salvador antes del inicio del discurso, en medio de aplausos.

“Hoy es para todos nosotros un día muy especial, pero sobre todo muy, pero muy feliz. Es el día en el que vengo a comprometerme ante ustedes, ante los y las bonaerenses, a trabajar sin descansar y con honestidad para reconstruir la provincia de Buenos Aires”, dijo.

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“Sin ánimo de ofender ni de chicanear, hubo un intento cultural que tuvo que ver con esta idea de que llegar a la Universidad no era para sectores postergados, con esta idea de que tener un celular o televisión puede ser una fantasía, o de que hay que disfrutar de vivir en la incertidumbre”, afirmó.

En ese marco, hizo un duro cuestionamiento también a la política económica llevada adelante por el gobierno nacional y dijo que “mire como se lo mire, fue un mal plan económico para Argentina” y además, “tuvo fallas graves en su aplicación y estuvo jalonado por negocios privados”.

Consideró que con este programa económico “hay pocos sectores que se han enriquecido muchísimo” y también hubo “víctimas. La provincia de Buenos Aires fue una de sus víctimas, porque la pérdida de derechos de los sectores vulnerables afecta especialmente a la Provincia”, remarcó.

En ese marco, anunció que pedirá a la Legislatura que lo acompañe con las emergencias que la Provincia tiene y que presentará “en su debido momento el proyecto correspondiente”, en alusión a la declaración que permite la reasignación de recursos económicos y humanos para los sectores de mayor urgencia.

“No creo que estén dejando una vara muy alta, están dejando un desempleo muy alto, una inflación muy alta, una deuda muy alta y las condiciones del país y la Provincia muy abajo “, afirmó con ironía.

Precisó que “el comercio y la industria atraviesan una situación dramática”; detalló que “en cuatro años cerraron 3.300 pymes industriales” y agregó que “bajaron sus persianas 9.500 comercios que no son números: son personas, hogares, mujeres, niños, trabajadores, es gente de carne y hueso”.

El fervor militante apareció cuando se asomaron al palco principal Alberto Fernández y Cristina. Y luego, con la entonación de la marcha peronista inmediatamente después de la jura. Kicillof fue aplaudido en varias oportunidades, pero la ovación se la llevó cuando afirmó en tono enérgico que “no esperen ver a este gobierno atacar permanentemente a los docentes”.

Luego prometió “transformar” la Provincia y aseguró que no buscará ser “el gobernador de un espacio político sino de todos”.

También hizo una cruda descripción sobre la situación social. “La Provincia, según estadísticas privadas, tiene 5,5 millones de pobres pero, además, subió la cantidad de niños que asisten a los comedores escolares”, graficó.

Finalmente llegaron los gestos políticos. Fue cuando convocó a “todos los intendentes” a trabajar por la Provincia. Varios de ellos del peronismo, que lo miraron con recelo, lo aplaudieron desde los palcos.