Condiciones que deben cumplir las colonias y las áreas que las controlan
Edición Impresa | 7 de Febrero de 2019 | 03:21

El ahogamiento, tanto en piletas como en bañeras, es uno de los principales tipos de “lesiones por causas externas” (LCE) en niños, advirtieron distintos especialistas, que urgieron a “prevenir” para evitar episodios como el del martes pasado, que le costó la vida a Lucas Lin.
Desde la Municipalidad de La Plata explicaron que son cuatro las áreas que inspeccionan este tipo de complejos, con piletas y natatorios: la Secretaría de Convivencia y Control Ciudadano: la de Salud, la Dirección de Deportes y la Subsecretaría de Defensa Civil.
Según dijeron, en esos controles verifican que los lugares estén habilitados, dispongan del personal especializado y un equipamiento e instalaciones que se ajusten a los requisitos estipulados en la Ordenanza Municipal N° 9885, del año 2004.
La inspección en el Colegio Lincoln se hizo el día 11 de enero con “personal de la Secretaría de Convivencia y Control Ciudadano, la Secretaría de Salud y Defensa Civil”, que “corroboró que se encontraba en condiciones, sin anomalías para su funcionamiento, cumpliendo con la habilitación y demás disposiciones de seguridad”, aclararon desde el Municipio.
Y agregaron que entre las normativas que rigen a las colonias se destaca “el correcto funcionamiento de las piletas de natación con cerco perimetral de seguridad, las condiciones bacteriológicas del agua y el servicio de Guardavidas correspondiente”.
Esos sitios tienen la obligación de tener personal responsable de las actividades destinadas a los chicos, un consultorio médico y un médico responsable con título habilitante, además de “condiciones bromatológicas adecuadas si en los mismos se manipulan alimentos”.
La ordenanza 9885 estipula que cada “pileta comercial, deportiva, pileta-escuela, o sindical, deberá estar dirigida por un Director Técnico con título de Profesor de Educación Física reconocido por el Nomenclador en vigencia en la Provincia de Buenos Aires”.
Al intendente Julio Garro esta tragedia lo golpeó de manera personal, ya que uno de sus hijos murió ahogado en una pileta, en 1998.
“Sé el dolor, lo conozco, comprendo, estoy esperando a los padres, que pasen estos días de duelo, para sentarme a darles un beso y un abrazo”, dijo ayer en declaraciones radiales.
Con respecto a las condiciones del predio donde ocurrió la muerte de Lucas, el funcionario reconoció que “tenía todo lo que tiene que tener una colonia para que funcione de la mejor forma, como hay tantas en esta ciudad”.
“No soy yo quien tenga que analizar que pasó, está la justicia en eso”, aclaró, sin pasar por alto que “el dolor es irreparable”. Y concluyó: “La pérdida de un hijo es algo muy fuerte y muy profundo. Uno está preparado para perder una mamá, un papá, hasta un hermano pero jamás en la vida uno se prepara para perder un hijo”.
LCE
En Argentina, las LCE, que van desde caídas desde la cama, quemaduras y atragantamiento hasta contactos con electricidad y ahogamiento, representan la “primera causa de muerte en chicos de entre uno y 15 años, con una tasa de 11,6 casos por cada 100.000 niños”, alertó la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). “El método de la visión directa permanente es el más efectivo y menos costoso para prevenir accidentes, y es además imprescindible en lactantes y niños pequeños”, remarcó la pediatra Viviana Soligo, miembro del Comité de Prevención de Lesiones de la SAP.
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