Ataron, golpearon y asaltaron a un jubilado luego de entrar en su casa con un cuento del tío

Fue en 15 entre 57 y 58. El hombre estaba solo y tres ladrones simularon ser de una empresa de cable, con ropa y elementos de trabajo

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Un dato sustenta la sospecha de que la banda que ayer protagonizó un violento asalto en la casa de un jubilado de 74 años en 15 entre 57 y 58 ingresó allí con información precisa: sabía que la víctima tenía euros y no pararon hasta obtenerlos.

“Yo había pagado unos arreglos en casa con euros”, dijo el damnificado, Pablo Zoffoli, de nacionalidad italiana, apuntando que una vez que los tres delincuentes ingresaron en su casa “con la excusa de subir al techo para cambiar un cable por un vecino que se quedó sin el servicio de Cablevisión, me pidieron que les diera los euros”.

El cuento del tío, como se conoce en la jerga policial a los robos que son cometidos mediante un engaño previo a las víctimas, se originó alrededor de las 9 de la mañana.

A esa hora estacionó en la cuadra “una camioneta tipo Fiat Fiorino”, según testigos, de la que bajaron tres sujetos mientras otro permaneció al volante.

Zoffoli citó que “el mayor tendría 40 años, vestía ropa de operario y tenía puesto un casco en la cabeza. El otro tenía un arnés”.

“NO ME DEJABAN RESPIRAR”

Al tiempo que los delincuentes le exigían a los gritos que les entregara euros, comenzaron a golpearlo y a someterlo a otros tormentos físicos.

Reveló el jubilado que le “pegaron culatazos en la cabeza con mi propia pistola de aire comprimido. Después me ataron de pies y manos e inclusive hacían maniobras para disminuirme la respiración”.

Precisó al respecto que “me ponían cinta adhesiva para taparme la boca y hasta se me subían encima haciendo presión para aplastarme contra el suelo”.

“Les decía que no podía respirar y les indiqué que en una cajita de madera que estaba en el placard de mi dormitorio, podían agarrar los 400 euros que me quedaban”, reflejó luego.

Sin embargo, la demanda de más dinero no cesaba, como tampoco los golpes.

En esa apremiante situación, Zoffoli recordó que “en el comedor tenía 6.000 pesos de mi jubilación, que también me robaron al igual que un portafolio donde había entre 600 y 700 pesos y documentación. También me sacaron un taladro”.

Una ambulancia llegó luego al lugar para atender a Pablo por las heridas.

“Mi vecino llamó después a Cablevisión y le dijeron que su personal usa indumentaria distinta a la que tenían los ladrones”, citó el jubilado. Los integrantes de la falsa cuadrilla siguen prófugos.

 

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