Pancho Varallo: un mítico goleador de todos los tiempos

Francisco Antonio Varallo, Pancho para todos, nació el 5 de febrero de 1910 en nuestra ciudad, en el barrio de Los Hornos y falleció, también en La Plata el 30 de agosto de 2010, a los cien años de edad.

Como se sabe, jugó en Gimnasia, en Boca y en la Selección Argentina. Fue el goleador histórico del club Xeneize hasta que en 2008 otro platense, mejoró el récord que “Cañoncito”, otro de los apodos del futbolista, tenía en la entidad porteña.

En su paso por Boca, Varallo se había convertido desde la década de los años treinta en el máximo artillero de ese club con 194 goles anotados en 222 encuentros; recién en 2008, como se dijo, Martín Palermo superó esa marca al anotar a esa fecha, 195 goles en 310 partidos, aunque luego seguiría ampliando su récord en la institución Xeneize.

Un dato saliente de Varallo fue que integró la Selección de nuestro país que intervino en el primer campeonato mundial disputado en Uruguay en 1930, en el que la albiceleste perdió la final con el dueño de casa 4 a 2. Con solamente veinte años de edad, el platense fue el jugador más joven que intervino en ese primer certamen ecuménico.

Varallo comenzó de niño a jugar al fútbol en el club Ferro Carril Sud de nuestra ciudad, pero poco después pasó a la entidad platense “12 de Octubre” ya que en ese equipo jugaban, además de su padre, cuatro de sus tíos. El futuro goleador, casi paradójicamente, jugaba de defensor.

En 1928, Pancho Varallo asistió a una prueba de jugadores organizada por Estudiantes; jugó tres partidos de práctica, marcó doce goles, pero desde “12 de Octubre” le negaron la autorización para convertirse en futbolista albirrojo.

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Luego se incorporó al equipo 12 de Octubre en el cual participaban también su padre y sus cuatro tíos. Ahí pasó a desempeñarse en el puesto de defensor. A la edad de 18 años, realizó una prueba para el Club Estudiantes de La Plata donde, a pesar de efectuar doce goles en tres partidos, los directivos de su club no permitieron cederlo. ​

Ese mismo año, Varallo se incorporó a Gimnasia y Esgrima comenzando a jugar como defensor, aunque rápidamente pasó a ser uno de los mediocampistas hasta que finalmente se sumó a la eficaz delantera.

En Gimnasia, inicialmente lo habían probado en la Tercera división, pero bastó solamente un encuentro para que se decidiera que el hornense pasara a la Primera.

Al año siguiente, Pancho se coronó campeón de Primera con el conjunto albiazul al derrotar a Boca Juniors por dos a uno en aquella recordada final. Era el primer título en la carrera de Varallo y también de Gimnasia. Con Boca obtendría pocos años después tres campeonatos.

Ya en 1930 Varallo cobraba una “sueldo” de diez pesos por partido y Gimnasia lo prestó sin cargo durante unos meses a Vélez Sarsfield para reforzar el equipo de cara a una larga gira por distintos países de nuestro continente, oportunidad en la que Varallo se anotó con 14 goles.

Pese a que no quería dejar de jugar en Gimnasia porque, como confesara décadas después en un reportaje, en ese club “me habían salvado del servicio militar”, en 1931 Varallo pasó a Boca, con un salario mensual de ocho mil pesos, un sueldo importantísimo para la época. Pero semejante suma fue la que finalmente lo tentó porque también lo buscaban El Genoa y el Nápoli de Italia, clubes que le ofrecían mucho dinero.

En Boca se convirtió rápidamente en ídolo a fuerza de goles. En 1933, con 34 tanto, fue el goleador del torneo. Salió campeón con el conjunto Xeneize en 1931, 1934 y 1935. Se retiró en 1940 con treinta años de edad.

Con el tiempo dirigió técnicamente las divisiones menores de Gimnasia, e incluso la Primera en la década de los 50.

Como se dijo, la FIFA en 1994 le concedió la Orden del Mérito de la entidad, como reconocimiento a su trayectoria y su hombría de bien.